-¿No te has preguntado por qué te tocó ese don? Creo que el padre tiempo no te quiere tanto como a vida.
-¡Cállate!-le grita enojado.
-Sabes que lo que digo es cierto.
-El padre tiempo dice que debe de existir un balance - defendiéndose.
-Quieres decir que por que el amor existe, ¿existo yo? Entonces vida seria lo bueno y tú lo malo, la otra cara de la moneda.
-Tú lo que sientes es envidia -lo afronta.
-Te equivocas muerte, a mi también me albergan las personas en sus corazones, a ti no, todo lo bueno que quieras hacer no resultará, solo traerá dolor, tristezas y desgracias a los corazones, vacio...- con cara sombría.
-Lo sé, ese es mi don y tengo que aceptarlo-bajando la mirada.
-¿Y que tal si no lo aceptas? , ¡revelate!, Úsalo como es, ¡destruye!- su mirada ahora era perversa.
Ambos entonces caminaban conversando solitarios bajo la lluvia, el odio solo emanaba veneno, como es que un ser asi allá nacido, los sentimientos humanos habían sido capaz de crear tal monstruo.
Ellos observan a lo lejos una chica sobre un puente llorando, en su pecho la flor de la vida estaba casi intacta, solo 2 pétalos tenia desojados.
-Mira esa chica, muerte...ella alberga la tristeza - señalandola.
-Ella es...- él habia recordado que hace una semana su amado había muerto, ya era su tiempo.
El odio como leyendo sus pensamientos le dice.
-Tú te llevaste su otra parte ¿no? Por eso su flor se está oscureciendo.
- Lo sé, ¿Crees que yo quiero hacer que la gente me odie al llevarme a sus seres queridos? ¿crees que me siento bien? yo tambien sufro cada vez que lo hago y nadie me ve... - a sus ojos se asomaban las lágrimas.
- Entonces calma su dolor -Se escucha.
-Tristeza-Dice odio.
Otro mal sentimiento Le había hablado.
-Si tienes ese don de hacerlos morir, calma su dolor, haz que se suicide, llevala al sueño profundo, para que se reúna con su amor.
-¿Qué dices? No puedo hacerlo, aún no es su tiempo, la flor de su vida aún...
- prefieres verla sufrir, que tenga una vida miserable, dime ¿cómo es que te duele? solo hazlo, ¡tocala!
-tristeza le pedía con lágrimas en sus ojos.- ¡Hazlo! Muerte es tu don-lo insitaban.
-pero yo...
Él pensaba, si tenia la potesta, pero su don no funcionaba asi.
-Tú puedes llevarte a quien quieras y cuando quieras, como quieras, tú lo decides, el padre tiempo ni vida tienen que opinar.
-¡No!, no puedo ir en contra, mi hermana- pensando en como se sentía ella también, si él arruinaba su arte.
- ¡Hazlo! ¡por favor! Ella no quiere mi don -vida había aparecido -Ahora entiendo muchas cosas hermano, así como muchos no quieren morir, hay pocos que también no quieren vivir, a veces soy injusta con ellos.
-Hermana-vida en ese instante había perdido esa chispa que siempre tenía.
Odio la ve por unos instantes, el mundo se había llenado de cosas buenas y malas, y penso que quizas alguien lo ame, lo quiera tener dentro de el, anhelaba si, que amor un día muriera, lo anhelaba demasiado y ¿por qué? a veces se preguntaba.
Muerte entonces la toca, y la chica solo dice
"¡Gracias!"
cayendo al vacío, su esencia se había marchado, en algún lugar se le veía su mano entrelazada con la de su amado... estaban juntos de nuevo después de la muerte.
Muerte entonces se sintió diferente,su don, quizás no era como creía,solo no sabía usarlo, él podría ser la calma que muchas almas buscaban...
La muerte, yo tendre un día mi muerte, llegaré a sentir lo que sienten ellos al morir, paz...
Esa paz...
un estado sereno...