✨C A P I T U L O 2✨

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—¿Donde quieres que vayamos a hacer el proyecto?

Levanto la mirada de mi teléfono y lo miro directamente a los ojos. ¿He dicho que tiene unos ojos muy bonitos? Pues, los tiene. Son azules, pero parece que pueden cambiar de tonalidad, lo cual es fascinante.

—En la biblioteca, o sea, ¿tu querías en otro lugar?—le pregunto yo. Él sonríe y asiente.

—No me gusta trabajar sin música, y claramente en la biblioteca no se puede escuchar música, así que pensaba si no podríamos ir a mi casa, o en la tuya. ¿Que te parece?

¿En mi casa? Claro que no, porque pensándolo bien hay muchos puntos negativos:

—Alyssia puede hacer una escena de celos,

—mi mamá no me va a dejar ni un solo segundo en paz, recordándome el pasado

—mi papá haría lo mismo que mi mamá

—Zack me va a odiar.

Son tantos puntos negativos. Pero, puedo ir a su casa, ya que sus padres no están.

Así que hago algo que me nunca más pensé que haría : le digo que lo mejor es ir a su casa.

Él sonríe y me dice que nos vemos en la salida después de la finalización de las clases. Yo asiento y me encamino hacia mi futura clase: arte.

Si hay algo más que adoro, es pintar. Desde pequeña pintaba todos los muebles, mi mamá quería matarme, pero después pensándolo mejor, me llevó a clases de pintura, y ahora lo hago todo el día, cuando no tengo algo que hacer.

Me encamino hacia la sala de clase y cuando entro la imagen que se presenta en frente de mis ojos me hace enojar muchísimo: Matt esta hablando con Aly, y ella está llorando porque estoy segura que él le está diciendo algo muy ofensivo. Maldito.

En menos de tres segundos ya estoy cerca de ellos y doy tres golpecitos en la espalda de Matt por recibir su atención. Él se gira lentamente y tiene esa sonrisa que tanto odio, que me hace querer matarlo a golpes.

—¿Que está pasando aquí?—le pregunto yo. Su atención ahora está solo en mi, pero no deja de mandarle miradas furtivas a Aly, como si quisiera comunicarle con sus ojos, algo que yo no deba entender.—Te pregunté algo, ¿que está pasando? ¿El gato te comió la lengua? ¡Respóndeme!

Su sonrisa desaparece.

Sus ojos cambian de tonalidad.

Su mirada expresa solo odio y rencor, y eso duele. Carajo si no duele.

Matt no tiene la culpa de nada, fue simplemente una víctima de mis juegos estúpidos, nunca me disculpé con el, y la verdad es que se merece mis disculpas más que nadie. Pero ya se que nunca voy a tener el valor de pedírselas.

—No me hables así.—me dice el frío, aunque ya sabía que no le gusta que yo le diga algo.—Mejor aún, no me hables nunca más—se encamina hacia su pupitre, pero antes de llegar se gira y me dice las palabras que siempre quise evitar oír, porque sabiendo eso me matará, porque mis sentimientos hacia el nunca fueron genuinos, nunca lo amé.—Aún te amo, princesa.

Mierda.

¡MIERDA!

¿Cómo puede decir esas cosas así como así? Además de que ahora todos nos están mirando como si de una telenovela se tratara, lo que me pone más nerviosa de lo que ya estaba.

Pero, hago lo que ya me he acostumbrado a hacer: huyo, no digo nada, tomo asiento junto a Alyssia y cierro los ojos, tomo grandes cantidades de air y después abro los ojos, y lo que veo me hace querer llorar. Matt me está mirando, pero su mirada cambió: ahora me mira como antes, como si este año nunca pasó, con amor. Y yo ya no entiendo nada. Si hace unos minutos él no quería escuchar mi voz, ahora no deja de mirarme, y eso me confunde.

A M A R I SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora