epílogo.

315 55 7
                                    

Me prometí a mi mismo cuidarte, protegerte y brindarte hasta el más mínimo de tus caprichos.

¿Pero de qué sirve esa promesa si ya no existe un mí mismo?.

Odio el chocolate caliente.

La lluvia no cesaba y mi rostro estaba empapado. Pero adivina qué.

No era por causa de la lluvia, era porque esta enfermedad me arrebataría de tu lado y tú aún no lo sabías.

Pero las vueltas de la vida uno nunca las predice.

Un día te sientes la persona más afortunada del mundo y luego el alma más desdichada del planeta.

Pero no me arrepiento de nada. Y me atrevo a decir que mi vida fué maravillosa.

Aconsejé y fuí aconsejado.

Tuve una madre y un padre que me criaron.

Amé, y fuí amado.

Pero mucho más importante; te tuve a tí Louis....


Harry.

Dear Louis. [L.S] [SEGUNDA PARTE LOVE, LOUIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora