Capítulo 1 : Orange Sky

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14 de Diciembre de 1926

A Porpentina Goldstein en 679 West 24th Street, New York.


No ha pasado mucho desde mi partida, y aún así siento que te debo una explicación del por qué no te he escrito antes. Varias cosas han sucedido desde que tomé el barco de vuelta a Londres y me gustaría contarte sobre ello antes de comenzar a relatar lo increíblemente aburrido que es lidiar con el Ministerio de Magia y lo mucho que tuve que hacerlo desde mi llegada.

Gracias a la cuerda con la que logré mantener mi maleta cerrada (la cual, arreglaré en cuanto llegue a casa, lo prometo) pude descansar un poco más de lo que hice estos últimos días. A pesar de lo cansado que fue todo lo que ocurrió, quiero que sepas, Tina, que disfruté cada momento que estuve en Nueva York. Me atrevo a decir que es mucho más interesante de lo que imaginaba.

"Mucho más interesante", pensó Newt al entorpecer sus labios con una sonrisa sutil.

Aunque si puedo serte honesto, quisiera decir que me siento confuso ante esta experiencia. Es un pequeño final agridulce y algo injusto si puedo expresarme con confianza, me hizo falta tiempo. Hace mucho no sentía la nostalgia que pude sentir al dejar Nueva York.

Mi vida nunca fue tan increíble como lo fue el último año. Podría decirse que soy sujeto con suerte, puesto que me encontré con la facilidad de viajar una vez empecé mi libro y no hubiera imaginado en un principio que fuera a disfrutarlo tanto como lo hice.

Realmente deseo que una vez mi libro quede publicado, mis compañeros brujos y brujas puedan entender un poco más de los animales que rodean nuestro mundo y lo maravillosos que estos son. Si me permitiera contarte todas las veces que quise causarles el mismo dolor que ellos les causaban a criaturas indefensas, creo que pensarías mal de mi. Jamás lo hice, si eso puede salvar un poco tu juicio hacia mi persona, pero debo de admitir que me metí en muchos otros problemas a causa de querer salvarlos.

Ahora que lo recuerdo, espero puedas perdonarme por haberte mentido cuando te conocí, pero no todos pueden ver la maravilla en lo que hago. Frank era la verdadera razón por la cual llegué a Nueva York desde un principio, quería que mantenerlo a salvo del ministerio hasta poder liberarlo en su hogar.

Todo lo que pasó después de pisar América, fue totalmente fuera de mis planes iniciales, y si te soy honesto, aún cuando me siento un poco disgustado por la manera en la que ocurrieron las cosas, estoy feliz de que pasara. Estoy feliz de haber ido.

Realmente espero poder publicar mi libro pronto, Tina.

Newt se detuvo por un momento, pues por más honesto que quisiera ser, por más que quisiera decirle que ella fue, en gran parte, lo más maravilloso de su viaje y la razón por la cual quiere acabar con todo esto pronto y poder regresar a verla, no sabía si debía. Su mano se detuvo junto con su corazón.

Un latido.

Se preguntaba si debía decir algo como eso, si a ella le molestaría y sin darse cuenta, perdió varios minutos frente al papel y la vela que flotaba junto a él, alumbrando su estudio esa noche. Quería ignorar que tal vez podía extrañar tanto a alguien.

Ésta vez puedo decir que fue un poco más difícil volver a casa.

"A well-wisher", Newt Scamander.

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Le parecía tal vez un poco incoherente su escrito a la hora de releer la carta y esto lo hizo apenarse, era la primera vez que le escribía a una mujer y por consecuente sentía miedo a molestarla o incluso parecerle aburrido. Pero el continuar escribiendo implicaría seguir divagando en ciertos temas que ni siquiera él entendía por completo.

¿Desde cuando se sentía tan carente de palabras y aún así quería seguir intentando expresar sus pensamientos? Era algo completamente nuevo.

Si algo era cierto, era que Newt creía obstinadamente que la vida y las historias que tendría Tina para contar le parecerían mucha más interesantes que las suyas. Aún si su relato trata de ella llegando tarde al trabajo o como no pudo arreglar su cabello por la mañana.

Respiró y volvió a la tierra.

Una vez terminada la carta, observaba las manchas de tinta sobre el papel y lo arrugado que este se encontraba a causa de lo muy nervioso que estaba a la hora de escribirlo.

Tenía tal vez tiempo de reescribirla pero no quería tardar más con ello, así pues con un silbido llamó a su lechuza; Heinrich de alas doradas acompañadas de un tenue marrón, asomaba su pequeño rostro en forma de corazón por la puerta del desordenado estudio, volando al brazo que su viejo amigo extendía para él.

—Heinrich, ¿podría disponer de tu tiempo? Necesito que lleves esta carta al correo postal de magia lo más pronto posible. Verás, te pediría entregarla tu mismo de no ser un viaje tan largo y agotador. —Newt le regaló una caricia en el mentón, el ave tomó el encargo con su pequeño pico y voló suavemente hacia la ventana que se encontraba medio abierta.

Eran alrededor de las 4 de la mañana en el lluvioso Londres, y aunque Newt sabía que era muy poco probable que su carta llegase al día siguiente, no podía parar de sentir esa emoción en su pecho.

Otro latido que hizo saltar su corazón, como un hueco en su estómago, seguido de un escalofrío en la espalda. Estaba emocionado, quería saber qué clase de carta escribiría Tina para él. 

Petrichor // NewtinaWhere stories live. Discover now