21 de Diciembre de 1926
A Newton Scamander en Sherringford Square, Kennington, Inglaterra
No estaba segura si debía usar tu nombre completo o solo ir por "Newt". Siéndote sincera, una vez supe que también te llamabas "Artemis", no pude parar de pensar que le sienta muy bien a tu persona.
Espero te encuentres bien de salud y que ahora que estás en casa puedas descansar, además tomarte el tiempo de cuidar de tus animales; en especial esos Occamy bebés.
Puedo imaginar porque el Ministerio de Magia te esté haciendo la vida un poco difícil en estos momentos. La manera en la que todo sucedió, aún si logramos resolver todo al final, no fue para nada una solución que MACUSA encuentre acertada y posiblemente dieron un informe complicado al Ministerio. Estoy segura de que todo va a resolverse muy pronto y podrás disponer de tu tranquilidad de vuelta.
Por otro lado, aún entendiendo su postura, lo encuentro sumamente triste. Realmente me hubiera gustado pensar que pudimos hacer algo por Credence, quería que tuviera una vida feliz después de todo lo que tuvo que pasar.
Me atrevo a decir que, si algo bueno pasó de esto, es que gracias a que estuviste aquí pudimos atrapar a Grindelwald. Gracias a ti Newt, y a tus maravillosas criaturas.
Un latido.
Se podía observar la pequeña sonrisa de Tina siendo iluminada por la luz del Sol en aquel Sábado por la mañana, mientras sostenía la carta de Newt con su izquierda, apretándola dócilmente. ¿Tanto así quería verlo? ¿Tanto así quería escuchar su voz?
Me encuentro ansiosa por saber cuándo saldrá tu libro y por fin poder leer sobre todas las aventuras que viviste este último año. ¿Mencionarás Nueva York?
Así mismo espero Frank se encuentre bien; recibimos noticias hace poco sobre un avistamiento de una criatura de hermosas alas doradas, dicen que hacía retumbar el cielo a su paso cerca Phoenix, Arizona. No estamos seguros si es el mismo Thunderbird, pero estaré al tanto de más noticias.
Sabes, Newt... en el colegio Ilvermorny hay una casa con el nombre "Thunderbird". Decían, entre otras cosas, que los Thunderbird favorecen a los aventureros.
Siempre me pareció gracioso pensar en aquella definición; no por la casa en sí, si no porque yo pertenecía a ella. Me resultaba absurdo pensar que yo pudiera ser capaz de salir de aventura. Fui una niña que respetaba las reglas, podrías incluso creer que era extremadamente aburrida.
—Quiero demostrarle al mundo de lo que soy capaz. —Musitó Tina, y sus manos se detuvieron para pensar si era correcto declarar lo siguiente.
Continuó.
Aún así quise convertirme en un Auror. Aunque jamás me vi reflejada como un Thunderbird, pues siempre creí que hubo una especie de equivocación.
Pero gracias a que pude ver lo maravillosos que son, no pude evitar volver a desear con todas mis fuerzas ser esa clase de persona: "el alma de un mago, la valentía de un viajero, la fuerza de la tormenta."
Gracias a ti Newt, pude recobrar un poco de lo que había olvidado; la razón por la cual empecé todo.
Tina se detuvo un momento. Apretó sus labios, reprimiendo un suspiro.
Te admiro mucho.
Su corazón se detuvo por un instante. Se levantó de la mesita junto al ventanal y comenzó a caminar en círculos alrededor de su pequeña sala. Era un mar de sentimientos e inseguridades.
Queenie, desde el otro lado de la habitación, soltó una pequeña risita. Mientras se alistaba para salir, podía escuchar cómo su preciada hermana iba perdiéndose más y más en sus sentimientos.
—No es divertido, Queenie. —Tartamudeó, ocultando su agitada sonrisa en un arrebato de vergüenza. Sostuvo la taza de té que había dejado enfriar mientras escribía y con torpeza bebió de esta, esperando que despejara su mente ahogada en mariposas.
—Es la primera vez que te veo así, me parece muy lindo la manera en la que piensas sobre Newt. Estoy segura él te ve de la misma manera. —Dijo la satisfecha hermana menor mientras continuaba arreglándose.
—Deja de leer mi mente.
—Sabes que no puedo evitarlo.
Tina bufó con pesadez, empezando a poner atención a los actos a su hermana.
—¿A dónde vas tan arreglada?
—Iré por ahí, sabes que me gusta pasearme en un día tan bonito.
—Mhm...
Por más que le quisiera creer, Queenie respondía incluso antes de que pudiera terminar de formular su pregunta. Ya se había acostumbrado, pero por consecuente era difícil saber si lo que decía era verdad.
Tina volvió a la mesita donde se encontraba anteriormente; su semblante se volvió tranquilo de nuevo. Quería terminar la carta para llevarla al correo mágico antes de que acabara el día.
—Volveré pronto, traeré tu postre favorito. —Una voz suave y alegre interrumpió sus pensamientos mientras se disminuían el sonido de los tacones al cerrar la puerta del apartamento.
Hubo silencio.
Podía escuchar la tranquilidad en la habitación y los latidos de su corazón empezaron a hacerse más y más estruendosos, casi como un eco en su cabeza. Esto no la detuvo, su determinación para terminar logró impulsarla a tomar una vez más la pluma y comenzar a escribir.
Lamento si mi declaración fue muy directa y si en algún punto esta carta se se torna aburrida. Verás, es la primera vez que mantengo esta clase de comunicación con alguien que no sea de MACUSA, y por lo general esas cartas suelen ser mucho más cortas y concisas. Espero puedas regalarme un poco de tu paciencia.
¿Estaría bien hablar del clima? Hoy es un día sumamente hermoso. Pese a la baja temperatura, el sol logra calentar sutilmente la mañana. La nieve se ve cada vez más cercana y el frío es agradable si estás cerca de la chimenea.
Esta época es una de las favoritas de Queenie para salir. Yo personalmente considero un buen día cuando puedo quedarme en casa con una taza de cocoa caliente y un buen libro.
Me hizo muy feliz despertar y ver noticia tuya bajo mi puerta.
Espero con ansias el día en que pueda recibir tu libro, gracias por recordar tu promesa.
Yours Truly,
Tina.
YOU ARE READING
Petrichor // Newtina
FanfictionCartas enviadas entre dos personas que son nuevos en el amor, que anhelan la compañía del otro y que sin embargo hay una distancia física enorme entre ellos. Apenados se ahogan en sus sentimientos, mientras descubren cómo comunicarse con el otro a...