Inspiración

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Cuando acabaron las clases me despedí de Lucía y me fui al parque, mis padres llegaban tarde así que tenía todo el tiempo del mundo para mí. Me senté bajo uno de los árboles y saqué mi cuaderno de escritura. Hay algo que debéis saber sobre mí y es que me encanta escribir prácticamente es lo único que hago bueno eso y leer claro está. Hace poco había comenzado a escribir reflexiones sobre todo lo que se me pasaba por la mente era algo que me relajaba poder dar mi opinión sobre las cosas era liberador.
Llevaba dos horas ahí y empezaba a hacerse de noche decidí que lo mejor sería irme a casa, rápidamente cogí mi mochila y empecé a andar.
Al llegar saludé a mis padres y me subí a la habitación, encendí el ordenador y empecé a pasar lo que había escrito:
Curiosamente, apresar de tus feas palabras, no pienso en ti como el chico borde de la escuela sino más bien como el chico con los ojos más impresionantes que jamás halla visto y es en verdad una estupidez, solo con hablar menos de cinco minutos he llegado a la conclusión de que eres un arrogante, borde y mujeriego chico al que por mi seguridad no debo acercarme, pero sigo pensando en tus ojos, parece que he encontrado la inspiración en un arrogante de ojos verdes

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