young love

06. be mine

— ¡Jimin!

El cuerpo del rubio brincó al escuchar el grito, se levantó de la cama asustado cuando su mejor amigo abrió la puerta de un portazo. La boca de Taehyung se abrió con sorpresa al ver el cuerpo desnudo de su mejor amigo tapado con una sábana. Dirigió su mirada hacia atrás, a la cama donde otro cuerpo desnudo de hallaba asustado tratándose de tapar con la almohada.

— No se pasen, entras a la casa y huele a sexo aparte los zapatos todos mal acomodados. Un desastre. —se llevó sus manos a la cintura— Levántense que les haré el desayuno.

Taehyung salió de la habitación cerrando la puerta tras de él. Jungkook se tiró a la cama riéndose a carcajadas, Jimin agarró otra almohada y golpeó al castaño para que dejara de reírse, Jungkook lo tomó del brazo y lo jaló hacia él, contagiándole la risa y abrazados empezaron a reírse.

— Por un momento creí que era tu papá, —Jungkook confesó llevándose las manos al rostro— de verdad casi me muero del susto.

— Yah, es tu culpa, —con su puño lo golpeó suavemente en el pecho— te dije que fuéramos a tu casa mejor.

Jungkook le besó la frente.

— A la próxima. —le guiñó el ojo.

Jimin suspiró. Se levantó de la cama y dejó caer la sábana a pasos de entrar al baño de su habitación.

— Ahorremos agua.

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Taehyung se había quedado dormido al otro lado del sofá. Jimin tenía abrazado a a Jungkook, quien descansaba su cabeza en su hombro y de repente jugaban con sus pies. Habían decidido ver películas juntos.

Jimin acariciaba el pelo de Jungkook mientras veía la televisión, en realidad no estaba muy concentrado en la película porque su mente no dejaba de molestarlo con cierto tema; pedirle a Jungkook que fuese su novio. Enredados parecía ser una gran distracción para el castaño, pues estaba muy ocupado prestándole atención.

Jungkook se emocionaba cuando la escena de las luces llegaba, es por eso que quizá Jimin se esperó hasta ese momento para por fin pedírselo.

— Jeon Jungkook, —susurró. El menor contestó con un leve "hm" y levantó su vista hacia su hyung. Jimin lo miró, miró aquellos ojos que tenían una galaxia entera e hipnotizándoselo por ellos lo besó. Un beso suave y tierno. Jungkook sonrió con sus ojos aún cerrados cuando se separaron y Jimin aprovechó eso—, sé mío.

— Siempre he sido tuyo, Park Jimin.

Sonrieron y juntaron sus labios de nuevo, mientras Veo en ti la Luz sonaba en el fondo.