En la época Artúrica, el rey Arturo es manipulado vilmente por su consejero real que lo pone en contra de la general Lady Morgana (Katie McGrath). Traicionándola y condenándola a morir a ella y toda su familia. Tras su muerte es convertido en una Go...
Terminé de soplar la vela y al levantar la mirada, la tenía frente a mí. Estaba muy elegante en un vestido negro, un saco y se veía seria y triste. Apoyada contra la pared y mirándome seria. Ya segura de que realmente la tenía frente a mí y no era un espejismo, dejé la vela humeante recientemente apagada sobre la mesa, donde había prendido muchas velas, más de 100.
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"¿Dónde estabas? No estabas en tu casa."
"¿Fuiste a mi casa?"
Dijo mirándome extrañada y no lo soporté más.
"¿Por qué me evitas?"
"No te estaba evitando, estaba ocupada."
Noté que miraba el piso de forma indiferente y realmente me molestaba que hiciera eso, me hizo enfurecer.
"¡Claro, estabas ocupada evitándome! ¡Y resulta que tú ni siquiera tienes un trabajo! ¿Entonces, qué me hace eso a mí? ¿Una esposa descartada?"
En tanto dije eso, levantó la mirada del piso y me miró con atención.
"¿Qué?"
"¡Ahora sí tengo tu atención! ¡Respóndeme! ¡Me evitas porque eres un ser inmortal y me evitas diciendo que no eres uno! ¡Luego porque no podía ver la espada y ahora estás evitándome porque puedes! ¡Deja de ser tan injusta e inmadura!"
Quedó muy seria mirándome y mi cólera ya se estaba tornando angustia. Comencé a temer que quisiera irse y di un paso adelante.
"¡Ni se te ocurra huir! ¡Soplaré todas las velas y las encenderé de nuevo si es necesario!"
Levantó la mirada para mirar las velas de todos los colores, encendidas detrás de mí. Observó de eso a mi mirada.
"Qué hermoso..."
"¡Estoy hablando en serio!"
"Yo también."
Me quedé callada en tanto dijo eso y realmente esperaba que no se fuera.
"Lo que no entiendo es cómo hiciste para conseguir todas estas velas cuando no tienes dinero."
"Nia las consiguió para mí."
"Ay, esa niña idiota..."
La interrumpí en su insulto a Nia, quien había sido comprensiva y de gran ayuda cuando la necesité. Me miró con sus ojos verdes y estos brillaban por la luz de las velas.
"¿No puedo irme a vivir contigo? ¡Tienes un montón de habitaciones vacías!"
"¿Cómo sabes si esas habitaciones están realmente vacías?"
