No es tan fácil como se cree 👑

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Dormí como un troco esa noche, el viaje y todo el recorrido por el campus me dejaron súper exhausta.

Zoe, es de alguna forma mi primer amiga aquí, también Marie en cierto lado y la señora Jossefine, que dirige la biblioteca de la escuela.

En medio del recorrido, llegamos a la biblioteca y nos recibió con una sonrisa muy amable, nos invitó a pasarnos por allí las veces que deseáramos a lo cual agradecí muy entusiasmada pero Zoe por otro lado le restó importancia. Falta de cultura.

Una de las ventajas de esta escuela es que al ser tan grande, no me voy a encontrar con gente indeseada como ese imbécil de Harrison o la secretaria que, en mi opinión necesita más aventura o quizás sexo, no lo sé pero estar tanto tiempo en ese mostrador la debe de haber afectado ya.

Me levanto a las siete y veinte, la hora perfecta para salir y sentir la brisa matutina que siempre me regala un poco de paz.

Tuve que hacer todo el silencio del que fui capaz para no despertar a Zoe.

El sol alumbra ligeramente sobre el campo de fútbol y la brisa ligeramente helada de la mañana, choca contra mi rostro. ¡Qué agradable es todo esto!

Le doy un vistazo al campo, hay varios chicos que se dirigen ya a sus salones, otros a la cafetería y de último los que chicos musculosos y súper atléticos que se ejercitan con poca ropa a esta hora de la mañana. Es que no podría empezar mejor este día.

-¿Te diviertes? -su voz me hace pegar un brinco.

-¡La concha de su... ¿Qué haces aquí?-frunce el ceño ante mi pregunta.

-Pues aquí estudio. -es tan imbécil que me ni me dan ganas de seguir hablándole.-¿qué haces levantada a esta hora? Por lo que sé, tus clases empiezan a las 8 ¿no?

-Estaba empezando mi mañana con el pie derecho.

-¿Estabas?.

-Lo acabas de arruinar. -digo desviando la mirada mientras una sonrisa aún más irritante se dibuja en sus labios.

-¿Puedo preguntar porque me odias?.

-¿Odiarte?

-Sí, ni me conoces.

-Acabas de responder a tu pregunta, no te conozco ni deseo hacerlo.-le sonrío con ninguna pizca de amabilidad y giro sobre mis talones para irme de vuelta a mi habitación.

-Tu eres la típica princesa de casa que se cree la última hostia del mundo ¿eh?.-su comentario me frena en el sitio.-o quizá la virgen hija de mami y papi.-giro ligeramente para mirarlo.-con su familia perfecta pero la única imperfecta en esa casa eres tú.-hasta su tono de voz es una completa irritación.-¿quién eres en realidad Alissa?.-sé que es un delito pero ¿en serio no puedo matar a una persona solo por ser un cabrón?

-¿Que te hace creer que responderé a tu pregunta?-ladea la cabeza mientras contiene una sonrisa.-no somos amigos ni lo seremos jamás. No te hagas ideas estúpidas solo porque tu hermana es mi compañera de cuarto ¿de acuerdo?

-Esto es excitante.-el valor que agarre para decirle todo se esfumó en un segundo.-acabo de descubrir cual eres.-su sonrisa petulante aparece otra vez.-la chica rebelde que no teme decir lo primero que se le viene a la mente.-¡La puta madre...-le di al clavo ¿eh?-pongo los ojos en blanco y simplemente sigo mi camino-por cierto princesa.-me detengo en la puerta del entrada del edificio y lo vuelvo a ver.-yo jamás dije que quería ser tu amigo.-me da una última mirada petulante y se va.

Este hijo de su....¡¡Maldito estúpido!!

¿Acaso seré víctima de algún jueguito pendejo de ese chico? Solo de imaginar que estará todo el año fastidiándome me dan náuseas.

Al menos su hermana no es fastidiosa.

Al llegar a la habitación, Zoe está levantada y despeinada.

¿Cómo es que su cabello luce tan hermoso aún en esta forma?

-Buenos días Ali.

-Buenos días Zoe.

-¿Adónde fuiste?. -fui atacada por tu hermano afuera del edificio con su débil intento de leerme la mente y ahora tengo unas náuseas de la mierda.

-Solo salí por un poco de brisa de la mañana.

-¿Ya desayunaste?

-No, aún no. Pasaré a la cafetería por algo.

-¿Te acompaño?

-Claro. -le sonrió y salimos de la habitación en dirección a la cafetería.

Al llegar, escogemos unos pastelitos que sinceramente se veían deliciosos y dos tazas de café negro

Nada como el café para aliviar un jodido dolor de cabeza que ocasionó un imbécil.

Ella me comentó que nunca ha sido buena haciendo amigos y que es muy frágil en cuanto a resfriados, también me comentó que sueña con vivir lejos de su familia y seguir sus sueños por su cuenta, sin influencia de sus padres.

Somos más parecidas de lo que supuse.

Un grito desvía mi atención de mi charla a un grupo de chicos y chicas que entra, todos con estilos únicos y casuales pero con un mismo intenso desinterés por las personas que golpean a su paso.

Entre esa bola de idiotas, viene Harrison, con una camisa vino de un grupo que sinceramente no reconozco, con sus pantalones apretados negros y sus convers, tiene un poco de estilo. Algo.

El grupo pide su desayuno, uno a uno y toman asiento en la mesa más alejada de la nuestra.

¡Gracias al cielo!

-Hola hermanita. -exclama el idiota colocándose al lado de Zoe.

-Hola hermano. -desvío la mirada para evitar sentir nauseas, otra vez.

-Si vas a andar con cara de culo todo el día, mejor no hubieras venido a esta escuela.-no lo dice de forma ofendida, sino desinteresada, como si le valiera que ella esté o no aquí.

-Si dejaras de molestarme quizás cambiaría mi cara.

-No te estoy molestando, solo dije "Hola"

-Bien, pues eso es molestar porque sé que después del "hola" dirás alguna bobada.

-Sería incapaz. -puedo asegurar que su sonrisa es lo que más me fastidia de él.-¿qué tal Alissa?. -clavo mis ojos en él y le sonrió muy fingidamente.

-Hola Harrison.

-Te ves bien. -¡Este hijo de su pinche madre! Siento las mejillas hirviendo ante su estupidez.-¿esa es tu pijama?.-¿acaso imagine el encuentro con él de hace un rato frente al dormitorio? No, claro que no. Estoy segura de que vio mi pijama en ese momento.

-Ammmm....

-Es muy sensual.-lo está haciendo al propio el desgraciado.

-Ok, Harrison, muchas gracias por incomodar a mi amiga y ya te puedes ir.-Zoe lo empuja ligeramente para que se vaya pero él ni se mueve un centímetro de su lugar.

-Debes ir a la fiesta del viernes. -le dice en tono de sentencia.-es para los los nuevos.-desvía la mirada hacia mí. -tú también princesa. -dice antes de levantarse y volver con su grupo.

-¿Pero este de que va? -Zoe parece bastante molesta y consternada por esa escena que acabamos de presenciar.

Me pregunto exactamente lo mismo.

Serás mía, princesa 👑(DISPONIBLE EN DREAME) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora