En mi universidad, tenía dos opciones, el examen de admisión interno o el curso introductorio, decían que era más fácil el curso introductorio, ya que era un conjunto de clases y evaluaciones cada sábado, donde al final, todo eso y un examen final decidía si quedaste o no. Menos tensión decía yo. Era mi primera clase, estaba con unos nervios como no tenían idea, llegué antes de las 7 supongo. En la entrada me sentía tan perdido, había un mar de gente, no sabía el salón, la facultad, mi grupo, apenas y sabía quien era yo.
-Disculpe ¿Donde queda la facultad de psicología?
Me mostró el mapa el señor de seguridad. -Tienes que llegar aquí, subir aquí, dar la vuelta y podrás llegar a la facultad.
Más que el mapa sólo eran puros abreviados de nombres y letras, adivinen como me sentí.
Casualmente me guíe de una chica para poder llegar y al parecer había llegado. Había muy poca gente en el salón debido a la hora, llegué muy temprano. Me puse a pensar en que aquí tenía la oportunidad de poder reinventarme, ya que antes en el colegio era callado con mis compañeros, quiero crear una imagen nueva de mi... y bueno, decidí contar chistes como forma de llegar rápido a las personas, me puse a practicar con dos muchachas del salón.
-Disculpa ¿Qué pasa cuando dos Marías se conocen?
-¿Qué pasa?
-¿No crees que se quedan *María-das*?
La chica sonreía confundida, con esa sonrisa de "¿Por qué demonios me estás hablando?". Yo me reía descontroladamente solo del chiste y de su reacción, me pareció muy cómico.
Socialicé con ellas hasta que llegó más gente. Y bueno, ese día habían llegado las primeras personas con quien iba a compartir en el curso: Irvi, una chica alvina medio intimidante al principio pero resultó ser muy amigable y muy inteligente. Elisa, una chica morena clara, bajita, muy lista, era capaz de conocer la mitad de tu vida en un momento. Alejandra, creo que era más bajita que Elisa, más fresa y odiosa no podía ser but era agradable también. Gabriela, creo que era casi más alta que yo, muy simpática, cantaba y le gustaba el K-pop y Fede, que el primer día se equivocó de salón, pobre, tampoco se llamaba Federico, siempre le decíamos así porque olvidábamos su nombre y nos pareció más fácil. Eramos el grupo más ruidoso del salón, ellas con sus chismes y yo haciendo garabatos en el cuaderno. Cada vez que contaba un chiste le decían exaltadas a la gente que no me escuchara JAJAJAJAJA. Pero bueno.
Había llegado la profesora que nos daba la parte de Psicología, era medio antipática, no aceptaba cuando se equivocaba y era algo inexperta para ser una profesora. Supongo que todos nos caía mal. Y luego llegó el profesor chevere de literatura, que si, a todos nos caía súper. Era muy amable y muy simpático. Y bueno.
Pasaron las semanas. Mi familia con la presión de que tengo que quedar, de que tengo que quedar, lo típico supongo. Era mi época favorita, la lluvia, durante la semana haciendo tareas, laminas mientras escuchaba música lenta. Con quien hablaba más del grupo era con Elisa, hablamos de ciencia, de juegos de cartas, de formas de pensar, de gustos. Un día en clase, antes de que llegara la profesora, Elisa y yo jugábamos ajedrez, la profesora llegó y del susto se nos cayeron todas las piezas del juego, nos tocó buscarlas durante la clase. Con ella sentía una muy fuerte conexión.
Como una semana antes del examen final, quería conocer gente nueva, ahí entra Melisa, una chica reservada, blanquita, era como un malvavisco en el sentido de forma de ser. Estaba con su amigo y decidí contarles un chiste:
-Oye, suerte que no escuchas Despacito, sino yo me voy *Rapidito*
Y la reacción como siempre, era como confusión con un toque de gracia. Le caí bien y comenzamos a hablar, aunque en ese momento no eramos del mismo grupo de amigos.
Vamos a pasar al día final. Era básicamente todo lo que habíamos visto durante todo el curso, Sistema nervioso y endocrino, filósofos, sentidos, emociones, funciones y un montón mas, sumado a lo de literatura. No había dormido nada aquella noche, estudié todo repitiendo las cosas muchas veces y escribiéndolo rápido para grabarlo, eran demasiadas cosas, tanto así que me salieron cayos de escribir muy rápido. Había llegado la hora, me sentía nervioso, con el típico miedo de que no voy a quedar, con la presión, sin dormir, esto era Hard-Mode, si no pasaba este examen, estaba fuera, porque este examen valía 80% y todo lo demás 20%. Mis amigos insistían en que no iban a quedar, imagínate yo.
Eran cien preguntas de verdadero y falso, una mal te restaban dos puntos. Yo respondía todo muy lento, estaba muy nervioso.
-QUEDAN CINCO MINUTOS PARA TERMINAR EL EXAMEN.
Y sólo había hecho la mitad, por suerte, el de psicología, me faltaba la parte de literatura, que respondí a lo loco por el apuro. Adiós cupo universitario.
Terminé de ultimo, papá me fue a buscar, no sabía que decirle, mi hermana casualmente estaba en casa y más presión de la que me podía meter era imposible. Al final dije que era posible que no haya quedado, sólo quedaba esperar la lista de admitidos. Como que todos habían perdido la fe en mi, en que la próxima vez quedaré, que no me preocupara... Pero el día de los admitidos, mamá me dijo que me buscara bien, que debo estar ahí... Ella, pasara lo que pasara, estaba muy confiada en que quedaría. Me busqué y me busqué... hasta que apareció mi nombre
-MAMÁ, QUEDÉ, QUEDÉ MAMÁ!!!
Pegando brincos, gritando de emoción, jurando que no iba a quedar. Llamé a mi papá, le grité de alegría que quedé, llamé a mi hermana y como que no se esperaba que iba a quedar, pero se alegró mucho por mi triunfo también. No saben la alegría que sentí, el alivio, el que haya quedado, mis amigos también quedaron. Elisa me había llamado con miedo antes y me decía con miedo que pensaba que no íbamos a quedar, yo saqué 54 y algo como total, ella sacó 63, ella tenía más miedo que yo y sacó más, demonios.
Mis amigos quedaron en la mañana, Irvi quedó en la tarde igual que yo pero en otra sección, así que sólo nos íbamos a ver por ahí. Me tocaba enfrentar el primer semestre de cero otra vez. Así que bueno, será una historia para otro capítulo.
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Mi Primer Semestre
Teen FictionUn chico recién graduado de la escuela cuenta su dramática y emotiva historia sobre su primer semestre en la universidad, creando recuerdos, bellas amistades y tendrá que pasar por muchas dificultades para lograr sobrevivir en la universidad.