Accident |Kyuhyun| ·Editada·

Accident: Capítulo 3

—Te amo— yo te digo y tus mejillas se tornan rojas.

Ambos estamos a una distancia mínima, sólo tengo que bajar un poco mi cabeza y puedo juntar mis labios con los tuyos.

Exactamente de noviazgo llevamos diez meses y tu aún no me decías la palabra con "T.A" y yo no seguiría esperando por ello, tal vez eres demasiado tímida para tomar esta iniciativa pero, al demonio, yo te amo y quiero que lo sepas: hoy, mañana y para siempre.

—¿Qué?— tu estás sorprendida y la expresión se ve adorable en ti.

—Que te amo— sonrío y te beso —te amo— repito de nuevo y doy besos en la punta de tu nariz, en la mejilla y en la frente—. Te lo he dejado ver en cada canción y carta que te he escrito.

—También te amo— ella acepta mi confesión riendo.

—No digas "también" es como si estuvieras obligada a responderme— tiro mi labio inferior hacia afuera.

—Okay— te quiero besar y nada me lo impide, me acerco a ti y junto mis labios con los tuyos. Se siente bien, como si estuviéramos bailando un buen vals con nuestros labios, ellos encajan a la perfección, tanto así que no se quieren separar.

El ruido de la puerta siendo abierta interrumpe nuestro momento, tu te alejas rápidamente de mi y tapas tu boca con tus dedos. La enfermera de turno entra con una bandeja plástica más un vaso pequeño de plástico y se acerca a mí.

—Joven, no puede estar de pie todavía— ella toma mis hombros y me empuja suavemente hacia la camilla.

Yo me siento y ella comienza a darme las miles de pastillas que debo tomar para que la curación sea más rápida y todo mi cuello y cuerpo duela menos.

La mujer revisa el suero, que me mantiene con las energías necesarias ya que últimamente no he comido lo suficiente. En mi defensa la comida de hospital es asquerosa y tiene forma de vómito y además ¿Ya dije que es asquerosa?

En un frasco entierra la punta de una jeringa, extrae el líquido de adentro y lo deposita en el dorso de mi mano derecha. Aguanto el dolor. Después de eso se despide y se va.

—Odio esto— tu dices y juntas nuestras frentes.

—Yo también, es decir, tengo que soportar el dolor que me producen las agujas que ponen día y noche en mi brazo derecho— tu ríes a la vez que cierras ambos ojos y niegas con la cabeza.

—¿Qué es lo divertido?— me atrevo a preguntar.

—No hablo de eso, odio que no pueda besarte libremente sin el miedo de que nos descubran, llevamos diez meses, por amor a Dios. Aún no puedo creer que después de diez meses tenemos que seguir manteniendo nuestra relación en secreto. No puedo más... yo... yo no lo soporto.

—Podemos con esto, ambos— moví mi frente de la tuya para poder poner un beso en tu mejilla.

—No es tan fácil Kyuhyun, no sólo con decir "podemos con esto" va a ser así.

—Lo sé— bajé la cabeza y tu pusiste tu dedo pulgar y el índice en mi barbilla levantándome hasta que miré directo a tus ojos.

Me acercaste a ti y me diste un rápido beso.

—Te amo, podemos con esto— y yo sonreí ya que fui el hombre más feliz en ese momento.