ARÓN
DOBLEGADOS ANTE LAS RÁFAGAS DE VIENTO CÁLIDO DE MARZO, silban las copas de los árboles en hilera sobre el angosto camellón que se extiende a lo largo de la tranquila calle Copilco. La luz del sol entra directamente por la ventana de una linda casa de doble piso y a su vez la energética brisa matutina mece las cortinas del hogar de la familia Tapia.
Javier Tapia, actuario para una compañía de seguros, revisa el archivero de su oficina en el piso superior de la residencia. Sentada sobre el sillón blanco de la sala ubicada en planta baja, su esposa Sara Tapia quien es profesora de historia para una escuela privada. Ella tiene licencia de maternidad por su segundo embarazo. La acompaña su hija, ambas son bañadas por la bella luz primaveral.
La suave y cariñosa voz de Sara le pregunta a la pequeña niña que está junto a ella y que tiene su pequeña mano sobre su crecido vientre.
-¿Lo sentiste? -exclama sorprendida su madre. ¡Esta vez fue más fuerte!
-¡Oh! -responde impresionada la niña de 7 años mientras suelta una risita.
-¿No te emociona tener un hermanito, Danna? -Pregunta Sara.
-Sí, jugaré y lo cuidaré mucho mucho -responde entusiasmada la pequeña.
-Estoy segura de que serás una buena hermana mayor. -Dice su madre apoyando delicadamente la palma de su mano sobre la cabeza de su hija.
Se escuchan los pasos de alguien bajando por las escaleras que conectan la casa.
El papá de Danna baja y se reúne con ellas.
-Hija, ¿ya tienes todo listo? -pregunta su padre.
-¡Sí, papá! -responde entusiasmada la pequeña Danna.
-Muy bien, ya casi es hora de tu lección de Violín -exclama el padre de Danna mirando su reloj.
-Papá te dejará en casa de tu profesor y después iremos al médico, cariño, ¿llevas el carnet? -dice Sara a su esposo.
Javier lo saca de su chaqueta y lo abre para cerciorarse. De un vistazo revisa la columna de fecha y hora.
15-03-02. 10:30am.
-Anda, ve al carro -dice Javier a su hija-. Yo ayudaré a tu madre a subir.
Danna abre la puerta de la casa y justo frente a la fachada se encuentra el automóvil plateado de la familia. Las hojas del frondoso árbol dan sombra al vehículo, los lustrados zapatos de Danna se apoyan oblicuamente en la banqueta, debido a que está levantada por las poderosas raíces del fresno. Sara sale de la casa apoyada en su marido, caminan lenta y cuidadosamente.
Javier usa la mano que tiene libre para presionar un botón en el control remoto. Al levantarse los seguros Danna abre rápidamente la puerta delantera del auto para su madre y de igual manera se sube a la parte trasera del vehículo, toma el estuche de su violín de 1/4 y lo acomoda en los asientos traseros para quedar sentada junto a el.
-¿Viste qué rápido se subió? -exclama con sorpresa el padre de Danna dirigiéndose a su esposa.
Sara hace una pequeña pausa y le dice a su esposo:
-Es la primera vez que algo le entusiasma tanto.
Javier parpadea lentamente un par de veces llevando su mano a la nuca. Se rasca la cabeza y acto seguido le susurra al oído a Sara.
-Ojalá no lo deje, porque ese profesor pidió un instrumento de una tienda muy cara.
El tiempo pasa desapercibido para Danna, quien ahora tiene 12 años y se encuentra en el comedor con su hermano pequeño, Arón de 5.
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-ADAGIO-
Teen Fiction"No puedo tocar el violín para siempre." Daniela Tapia tuvo la suerte de encontrar su pasión a temprana edad. A los seis años comenzó a tocar el violín y dedica su vida entera a tocar música. Poco sabe ella de la terrible enfermedad que se esconde d...