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:::Entre la oscuridad y desesperación::: (PARTE 1)

Nunca he sido una persona de contar historias, al menos historias reales, ya que siempre suelo olvidarlas y pierdo el curso de los hechos, y por ende, puedo desviar la historia, sin embargo, tuve el valor de escribir lo que están a punto de leer durante varias publicaciones que subiré por unos días.

Será una experiencia que viví obligada como muchos venezolanos a raíz de una dictadura o lo que sea que eso sea, nos vimos forzados a cosas que ningún país del mundo debería vivir.

Venezuela es un país hermoso, tiene un clima perfecto para estar cerca de la línea del Ecuador, paisajes dignos de admirar y una historia única, digna de leer y escuchar, y no lo digo porque viva acá, lo digo por como suele ser visto por muchas personas, porque si fuera por mí, hiciera un monumento en su honor, realmente estoy enamorada de este país, a excepción de algunas personas que solo quieren destruirlo y burlarse del dolor ajeno.

Sé que no todas las personas en Venezuela abordan el tren de la ignorancia, sé que la sociedad no es una total basura como muchos dicen, aún hay personas que dejan el país en alto, así como existen otras que la dejan en ruinas.

No soy politóloga, pero no hay que saber mucho de política para hablar todo esto.

Es cuestión de vivirlo, al menos en Venezuela, no existe o no hay un día en la que vivas la crisis en su máxima expresión, realmente es imposible evitarlo o quejarte, es una real hazaña no hacerlo, lo digo por experiencia propia.

La razón por la que comienzo de dicha manera, es por un solo motivo, es la tercera noche que no tenemos energía eléctrica, no sabemos cuántos días serán, no hay información, no hay noticias, todo está incomunicado. Sin teléfonos, sin agua, sin efectivo, sin radio, sin nada, ni siquiera con velas.

Mi herramienta de comunicación es este viejo cuaderno, cuando estaba acostumbrada a escribir todo desde una computadora ¿Drástico? Si, lo es, realmente la mayoría de la sociedad en 2019 tiene una dependencia enorme de la tecnología y eso requiere, electricidad.

Los días han sido muy largos y duros, la esperanza desaparecía de los rostros de las personas, había otras que seguían con sus vidas bebiendo y celebrando, mientras vi muchos que luchaban por sus vidas, algunos ganaron, otros tristemente perdieron.

Jueves siete de marzo, fecha que desde el mes de febrero permanece en mi mente, no sé si era una señal pero por alguna razón lo confundía con el día internacional de la mujer, que era el ocho de marzo. Este jueves no tuve clases, tampoco fui a mis pasantías, preferí quedarme en casa haciendo mi tesis, sin embargo me distraje hablando con mi mejor amigo.

El resto de mi día fue dibujando, necesitaba distraerme porque la ansiedad que sufro constantemente. A las cuatro de la tarde, decidí jugar con mi sobrina de dos años quien por alguna razón adoraba jugar conmigo. En un descuido, tomo mi teléfono para responderle a mi mejor amigo, cuando presiono el botón de “enviar” todo queda a oscuras.

Son la cinco de la tarde, me quedo con mi sobrina y mi madre en la sala, creyendo que la electricidad volvería en un par de horas, malgastando la batería de los equipos eléctricos, sin saber que pasaríamos un tiempo sin usarlo.

Por alguna razón los minutos pasaron lentos, pues nos habíamos quedado hablando con los vecinos, cuando nos confirman que un señor de nuestra comunidad perdió la lucha contra el cáncer y no tenían señal para llamar a los familiares que estaban en el extranjero ya que no tenían para pagar los gastos fúnebres, pues también los punto de venta estaban caídos. Todo se había paralizado.

Ya eran las ocho de la noche y la luz no regresaba, ya el descontento se podía escuchar, recuerdo que se oían gritos, disparos y la frase célebre “Maduro coñoetumadre” lo cual era extraño, ya que donde vivo no sucede gran cosa” es un pueblo muy pequeño, solo tenemos, si mucho, dos centros comerciales.

Ya cuando todo estaba oscuro, nos dimos cuenta que los pueblos vecinos e incluso la ciudad, estaba a oscuras, cuando usualmente la señalábamos como un enorme pesebre viviente, esta vez solo veíamos un vacío entre las pocas estrellas que había.

La mayoría de los venezolanos, somos muy ingenuos, inocentes, teníamos la esperanza de que la luz volviera a la media noche, pero habíamos ignorado la crisis eléctrica del 2010, 2016 e incluso, la más reciente que fue en marzo del 2018, en la que pasamos hasta 16 horas sin luz, al menos, donde vivía era así.

Ignoramos el pronóstico de los expertos, las advertencias sobre un caos eléctrico, nos volvimos ciegos y sordos, simplemente fuimos estúpidos, pero más estúpidos fueron los que estaban y están en el poder, ellos pudieron evitar todo esto, ellos podían dejar el maldito orgullo y escuchar las advertencias, debieron dejarse ayudar.

Nuevamente digo, pudieron haberlo evitarlo, porque si tanto amaban a su pueblo, hubieran buscado al menos un plan de contingencia, ya que si tanto aman a su pueblo, no hubieran tapado las cosas con cintas adhesivas para disfrazar la realidad ¡FUERON 10 MALDITOS AÑOS DE ADVERTENCIAS!

Las horas pasan, no sé qué hora era, ya no había alboroto, solo disparos constantes, una noche escalofriante, una vecina nos confirma que era una falla del Gurí y que el problema sería resuelto en tres horas, así que nos fuimos a dormir.

Me costó dormirme, estaba preocupada y no dejaba de pensar en mi familia, en las personas en los hospitales, en mi mejor amigo, quien estaba en Caracas, y que además, estaba preocupado por mi ansiedad, no tenía señal, pues estaba “Sin servicio”.

No me quedaba mucha batería, pues no pasaría de las 5 de la mañana, así que me puse a escuchar música y dejar unos mensajes para varias personas e incluso para mi mejor amigo, preguntando si se encontraban bien, porque pensé que en algún momento la señal volvería, pero no paso, así que me quede escuchando música, específicamente “los mesoneros” fue increíble el tiempo que duró mi teléfono encendido, pero al menos me tranquilizo, y me quede dormida, no pensaba, que todo esto iba a tardar 120 horas, y si es solo el principio.

(Continua) Trataré de subir el resto por día

El texto es original de la creadora del cómic: Ace Banhammer

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El texto es original de la creadora del cómic: Ace Banhammer.

Ella dijo que iba a hablar sobre su experiencia personal sobre el apagón que sucedió en Venezuela.
Yo les compartiré acá las partes que siguen...

Comics de Countryballs (Parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora