Comics de Countryballs (Parte 3)

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:::Entre la oscuridad y desesperación::: (PARTE 2)

¡Qué ilusa soy! Creyendo que la electricidad volvería en la madrugada, porque cuando despierto con buenos ánimos, me doy cuenta que aún seguía todo sin electricidad y nos dan la mala noticia que el restablecimiento de la electricidad es indefinido, habían muchos rumores de lo que había pasado en el Gurí, pero no sabíamos en cual creer.

El resto del día fue simple, solo había preocupación con la carne y los pollos que teníamos en reserva, sin embargo, estaban tan congeladas que parecían piedras, por ende podrían aguantar unas horas más.

Los rumores seguían volando, pues esta vez no era por la luz, era por algo más aterrador, pues aproximadamente 40 neonatos habían fallecido en el distrito donde vivo, pero como no había medios de comunicación activos,  ni información extraoficial, pues todo se quedó en rumores, aunque si les soy honesta, si creo que pasará pues, cualquier cosa es posible con un gobierno incapaz de garantizar las necesidades básicas a un pueblo.

El único sonido que había en la calle, era el de las plantas eléctricas de diversos negocios quienes estaban recibiendo el pago en efectivo o en dólares y pesos, ya que los puntos de venta, estaban totalmente colapsados, eran pocos los comercios que fiaban, pues saben que terminarán perdiendo, ya que siempre hay uno que se aprovecha de la situación, sin embargo, prefiere eso a que se les dañe los alimentos, era muy extraño todo, pues no era fácil tener cantidades enormes de efectivo ya que ni los bancos funcionan sin luz, y pues la denominación más alta de la moneda venezolana no alcanza ni para comprar medio kilo de queso.

Cae la noche y las cosas ya eran diferentes, no había silencio, solo gritos, denotaciones y cacerolazos, el rugido de un pueblo desesperado, no solo por la luz, por la comida, por la medicina, por esos familiares que tienen en los hospitales, por no comunicarse con sus hijos quienes están en el exterior, sobraban los motivos, incluso a esta altura, los hijos del señor que falleció de cáncer, que mencione al principio (Primera parte) ni si quiera sabían que estaba muerto, ni que estaban buscando 400 dólares para sepultarlo. Era un caos.

Mi familia trata de no pensar en lo que estaba pasando y se pusieron a jugar domino, yo solo me quede acostada en el mueble, porque realmente no me gusta forzar la vista durante la noche y en plena oscuridad, pues al rato me quedo dormida en la sala. Despierto en la madrugada y entro a mi habitación, noto un eterno e incómodo silencio, ni siquiera los grillos cantaban.

Aproximadamente eran como las siete de la mañana, lo sé porque como está posicionado la tierra y sus hemisferios, ya a las 6:40 debe haber algo de luz solar, escucho a mi familia hablando sobre la comida, que ya se estaba dañando la carne y no sabían qué hacer con lo que estaba medio congelado, sin embargo, el sueño logra vencerme y olvide el tema.

Ya no sé qué hora era exactamente, solo sé que era de día y a juzgar por la posición del sol, era ya mediodía, todo seguía igual, lo único diferente era una visita de un amigo de la universidad, quien me comentó que no tenían una gota de agua, y que había personas que se tomaron esta situación a la ligera, gastando efectivo comprando bebidas alcohólicas y haciendo parrillas, además resalto que quería comunicarse con su novia, pero no podía porque ninguna operadora funcionaba, pues era la misma preocupación que yo tenía con mi mejor amigo, ya que ambos estaban en Caracas.

Luego de diversas charlas, él mencionó algo muy importante que hizo que mis esperanzas se fueran al demonio; la luz llegaría con suerte el martes, y apenas era el sábado. Lo primero que pensé fue un estallido social, pero seguí hablando con él otros temas para no estresarme ni preocuparme tanto.

En ese momento llega mi mamá y nos dice que una vecina le permitió refrigerar la comida y cargar los teléfonos en su casa, ya que esta tenía una plata eléctrica que mantenía conectadas los refrigeradores. Fue un alivio, de hecho un milagro, al menos para la comunidad, lo fue, porque realmente prestar su hogar para almacenar alimentos y medicamentos de personas con cáncer y diabetes sin costo alguno, es digno de admirar, aún existe gente buena en Venezuela.

Estas personas merecen el respeto totalmente, porque se ponen en los zapatos de los demás, porque siempre hay un grupo que se aprovecha del dolor ajeno, y sí, me di cuenta que hacía lo mismo que la señora de guardar alimentos, medicamentos, y cargar teléfonos, pero solo cobrando cantidades descabelladas de dólares, si, llegue a ver que cargaban teléfonos por 1 dólar cada 15 minutos. Espero que esa gente que se aprovechó enriquecerse a punta de esto, nunca pase necesidades, miserables.

Volviendo al tema, este gesto fue una solución a muchos problemas pues, ya no había mucha agua, solo quedaba una reserva, no teníamos velas y mi hermana pues, tenía un gripe muy inusual y para completar, es débil de los pulmones, también hay que destacar que ella casi nunca se enferma, en cambio yo sí y mensualmente.

Debido a esto, decidimos llevarla al ambulatorio que estaba funcionando con planta eléctrica, y para serles sincera, nunca había visto el sitio tan repleto de personas, no solo pacientes, también ciudadanos sentados al lado de un enchufe cargando sus teléfonos, de hecho, había una cola exclusivamente para eso. No había doctores, solo pasantes, de los cuales no sabían qué hacer con tantas personas en el sitio, de hecho, uno de ellos mencionó que había sido un “día de locos”.

Inmediatamente, salimos de allí y recorremos las farmacias, ninguna estaba abierta, no sé cómo reaccionarían las personas que tienen un familiar muy grave y se encuentre con este escenario, realmente no sería algo bonito de vivir. Mantuvimos la calma y seguíamos recorriendo el pueblo a ver si conseguíamos velas, pero solo vimos negocios rematando carne, pollo, cochino, pescado y quesos a 2000 y 1000 bolívares en efectivo, también encontramos protestas, cauchos quemados, personas bebiendo cerveza y jóvenes con la bandera de Venezuela. Nunca vi tantas personas en la calle, era realmente extraño, preocupante e impresionante.

(Continua) Trataré de subir el resto por día

- Ace Banhammer