Prólogo

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La lluvia comenzó a caer sobre mi, venía tarde de la biblioteca, eran aproximadamente las 11:23 pm. Me coloqué la capucha para cubrir mi cabeza de la lluvia, ajusté mi mochila y comencé a correr hasta casa. Para recortar el camino a casa me adentré por unos callejones de la gran ciudad, los edificios tan altos me hacían sentir una pequeña hormiga en un desfile, habían pocas personas en la calle, algunos mendigos y unos pocos autos contando los que estaban estacionados, la separación entre callejones eran unas cercas que no eran un problema saltar, estaba acostumbrado a hacerlo, ya que aparte de tocar la guitarra, el piano y la batería y, practicar artes marciales, también practicaba parkour, no era el mejor pero tampoco era el peor. Después de saltar algunas cercas, mi pie quedo enganchado con un pequeño alambre, lo que me hizo perder el equilibrio y estamparme con el piso mojado y sucio, un pequeño grito de dolor salió y mi pierna dolía demasiado, con mis manos apoyadas del piso me levanté y me apoye de un contenedor que estaba al lado, mi pierna dolía un montón y casi no podía caminar, pero si algo aprendí con el parkour es que nunca debemos rendirnos, nos llenamos de determinación y seguridad y seguimos nuestro camino, empecé a caminar por el callejón, estaba cerca de salir ya a la calle.

En ese momento alguien me jaló de la mochila y caí hacia atrás, el agua del charco que había detrás de mi salpico en todas las direcciones, y esta persona que me hizo caer me tomo del hombro. 

—¡AYÚDAME POR FAVOR!—grito exaltado—!ESTÁN VINIENDO!

—Que?—dije por reacción—. En ese momento me di cuenta que el hombre tenia una gran herida en el antebrazo, se podía ver hasta el hueso, los pedazos de carne colgaban de el y la sangre salia poco a poco, parecía que ya llevaba un tiempo con eso. 

—¡ESTÁN VINIENDO Y ACABARAN CON TODOS!—el tipo se abalanzo sobre mi, me tomo por el suéter y comenzó a estremecerme fuertemente. En un movimiento rápido, puse mi pie en su pecho y lo empuje con fuerza hacia atrás, el tipo cayo y pego su cabeza contra el piso y su cráneo sonó, el tipo quedo ahí, sin moverse, sin emitir sonido alguno, estaba desmayado, pensé, pero coloqué mi mano en su cuello para tomarle el pulso, no tenia pulso, me asusté totalmente y di dos pasos hacia atrás, pasando por encima de el salí del callejón lo mas rápido posible, corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a casa, ni siquiera me percate que hubiera alguien, subí las escaleras rápidamente hasta mi habitación, abrí la puerta de golpe, cerré y le puse seguro.

Creo que acabo de matar a alguien. 


No Way OutDonde viven las historias. Descúbrelo ahora