La experiencia mas exitante de sus vidas / Caché

Parte 3

La respiración agitada , el sudor y el calor de ambos cuerpos fundidos en un abrazo, hacian de la habitación un lugar único, donde solo se encontraban Calle y Poché. Entre caricias y besos llenos de amor, las niñas se decían a los ojos el amor que sentían, la sensación de sentirse en el cielo y se juraban la eternidad juntas. El cuerpo de Daniela se comenzaba a normalizar, pero esto recién comenzaba.

Con desición, Calle tomo con fuerza a Poché entre sus brazos haciendo que la pequeña quede prendida como koala dirigiéndose hacia la ducha, la cual las empapo con un agua fría que se fue templando de a poco, esto no les importaba a las muchachas, ya que ambas estaban muy perdidas entre besos y apretones.

La castaña comenzó a disfrutar de cada parte del cuerpo de su mujer, pasando la yema de sus dedos y dejando pequeños chuponcitos por todas partes, María José solo lograba entregarse al placer, dándole acceso ilimitado a su novia, para que esta hiciera de ella lo que quisiera.

Calle decidió arrinconar de espaldas a la pequeña teniendo a su mercer toda su hermosa espalda y su trasero perfecto el cual no dudó en apretar con lujuria y brindándole cariñosos mordiscos, tener de esta forma a Poché estaba enloqueciendo a Daniela, una de sus manos recorría su cuerpo en toda su extensión, mientas la otra pedía permiso para abrir las piernas de su chica, teniendo control total de la intimidad de la misma.

Aprisionando con fuerza contra la pared a la peliverde y tomándola con fuerza del pelo con una mano y con la otra apretando sus pechos, la castaña le susurra al oído las cosas que tiene pensado hacerle, Poché deseosa, cierra sus ojos tirando su cabeza hacia atrás, y entre jadeos y susurros, siente la embestida de dos dedos por parte de Calle, quien lo hace de forma rápida y firme.

María José estaba envuelta en placer, su respiración incontrolable, su cuerpo al borde del espasmo, y la mano traviesa de Calle recorriendo su espalda y jalando su pelo hacian que la pequeña se sienta en un limbo de lujuria del que no quería salir. En un segundo, la castaña la puso frente a ella, besó sus labios con pasión, y con su mirada fija, lamió cada uno de sus dedos que habían invadido la intimidad de la pequeña, seguidamente, se arrodilla para poder saborear y disfrutar de la vagina de su novia, Poché sentía que no iba a resistir mucho tiempo más, el clímax de la situación estaba por llegar a su punto máximo, y la castaña sabía que el momento se acercaba, entonces, mientras lamía su intimidad, miraba fijamente a la pequeña, quién entre susurros llenos de lujuria, le decía que no se detenga, que iba a terminar, Calle le pidió que por favor acabe en su boca, que quería probar su jugo del placer, y así fue... Acurrucadas en la bañera, entre besos y caricias, cómo si hubiera sido premeditado, ambas se miraron y sonriendo dijeron al unísono "Gracias por hacerme vivir la experiencia más excitante de mí vida..."

Fin.