Faking It (Camren)

Capítulo 2

La tan deseada fiesta de Harry Styles había llegado, Camila y Lauren estaban ahí.

—No me había dado cuenta de que esto sería intimidante —se quejó Camila mientras estaban sentadas en un sofá, claramente no tan cómodas —todo el mundo está zorreando más que en el instituto.

—En serio este lugar tiene que estar lleno de VPH. ¿Podemos irnos?

Camila vio a Austin —Sólo tenemos que relajarnos —dijo sacandose la chaqueta de jean oscuro que combinó con un vestido blanco.  —¿sabes lo que ayudará? El alcohol.

—No me voy a emborrachar con esta gente.

—Ahora vuelvo —Camila se levantó dejando sola a su amiga y yendo a buscar algo para beber, consiguiendo dos vasos de cerveza. Volviendo a donde estaba con Lauren, se tropezó con Austin, derramandose toda la bebida en su vestido.

—Lo siento tanto —se disculpó él. Camila sólo sonrió y de nuevo vomitó. 

En algún lugar del jardín estaba Lauren sentada cuando Harry la abordó

—¡Ey! viniste.

—Hola, buena fiesta. Todo muy divertido —le dijo ella. 

—Gracias.

—Mi amiga fue por cerveza, vuelve enseguida y a ella se le dan mejor las conversaciones.

—Tu amiga, claro. Guiño, guiño —dijo insinuante Harry.

—¿Perdona? —preguntó Lauren confundida.

—No se lo voy a decir a nadie. Palabra de gay scout —cruzó los dedos como prometiendo. —sólo quiero que seamos amigos. He estado deseando un poco de energía lésbica en mi vida.

—Mira, me siento extrañamente halagada, pero no soy lesbiana —explicó ella.

Harry se aclaró la garganta y se sentó —Sólo voy a prender la luz de tu armario un segundo para que podamos hablar ¿está bien?. Eres lesbiana. Y está bien, no tienes que avergonzarte.

—Te prometo que no me avergüenzo de nada —Lauren estaba muy confundida.

—Yo estuve como tú, asustado por el rechazo, me llevó la vida salir del armario. Pero creeme que cuando lo hice, cuarto año fue mucho mejor, creeme. 

—Gracias otra vez por la fiesta. Pero tengo que irme —Lauren se levantó y se alejó rápido de ahí.

Adentro de la casa, estaban Austin y Camila.

—Me siento tan imbésil —dijo él entregandole una bebida.

—Tú no eres el que vomitó en el suelo —soltó Camila avergonzada.

—No, pero soy el idiota que te ha tirado dos cervezas y ahora se te ve todo a través de tu top. —Camz bajó la vista hacia sus pechos para ver que se traslucía todo gracias al fino material mojado, y ella no llevaba sostén. Se tapó rápidamente con una chaqueta 

—¿Puedes hacer como que no los has visto? —dijo con mucha vergüenza.

—Sí, si insistes. Pero no va a ser fácil.

—¿Dónde has estado, osito? —apareció ebria Becky, una chica del instituto, y se sentó en las piernas de Austin.— ¿Quién es esta zorra? —se dirigió a Camila.

—Becky, estás borracha —dijo Austin con disgusto.

—Es mío, así que guarda tus pezones para ti —no podía ni hablar de tanto alcohol.

—Ese era mi objetivo desde el principio, lo prometo —Camila estaba incómoda.

—Mira, no soy tu novio. Sólo buenos amigos que se acuestan ocasionalmente, pero si eso es demasiado confuso para ti, tenemos que parar. —le dijo el chico a Becky mientras Camila miraba.

—Bien —se paró con dificultad de sus piernas— Dejaré mi ventana abierta.—se fue.

—¿Qué? —dijo él captando la rara mirada de Camz.

—Nada —se reía.

—Mira, no soy un imbésil, ¿de acuerdo?. Siempre soy claro sobre las reglas básicas. Y las chicas siempre las aceptan y luego se ponen...

—¿Pegajosas? —concluyó por él Camila.— Las mujeres estamos condicionadas para emparejarnos y empezar una familia. De hecho si no fuera así, nuestra especie se hubiera extinguido así que ten un poco de respeto. —hablaba muy rápido y convencida.

Austin la miraba con una especie de sonrisa en la cara —Es útil tener a una lesbiana aquí, para que me expliques estas cosas.

—Ah... ¿Qué? —le dijo ella atónita. En eso apareció Lauren. 

—Camila, nos vamos. —la tomó del brazo y la levantó del sofá.

— A alguien le gustan mandonas —se dijo a sí mismo Austin.

—Liam cree que soy lesbiana —le contó a Lauren mientras marchaban a través de la fiesta.

—¿A quién le importa? Vayamonos a casa, pongamonos el pijama y veamos El X Factor. 

—¿Me pueden prestar atención? —Harry gritó y se subió a un escalón, captando el interés de todos en la fiesta. —Dos amigas nuestras están asustadas esta noche. Se están escondiendo en su pequeño, diminuto y oscuro armario. Y tienen miedo de salir, miedo de que las rechacemos.

—¡Buuu! —abuchearon todos. Camila y Lauren miraban, creyendo saber de quiénes hablaba Harry. 

—En el instituto Hester hacemos las cosas de forma diferente —Harry siguió —Aceptamos a todo el mundo. ¿Pero cómo les demostramos que no somos un instituto típico... —bajó y empujando a Ally se acercó hasta quedar enfrente de ellas dos— ...que las aceptamos, que están a salvo? Sólo se me ocurre una forma —las tomó de las manos y las acercó al centro de toda la gente— Vamos a elegirlas ¡reinas del baile! —levantó sus brazos y todos aclamaron, ante la mirada furiosa de Allyson.

—¡Vivan las reinas! ¡Vivan las reinas! ¡Vivan las reinas! —gritaban.

—Te dije que no deberíamos haber venido —le dijo entre el ruido Lauren a Camila mientras todos seguían ovacionando.