Anoche soñé que estaba devuelta en la vieja casa de mi padre y el lugar se veía muy deteriorado, un ambiente espeluznante, oscuro y lleno de mo cuyos pisos de madera crujian por todos lados al caminar creando una imagen que sin dudas era muy distante a la hermosa casa que tuvimos cuando yo era niño sin embargo escrito en un papel que estaba sujetando decía "buscas el Yelmo? No! Busca las grevas niño, no decepciones a tu padre, vive!". Este extraño mensaje en lugar de darme pistas de lo que tenia que hacer solo me confundía mas provocándome fuertes sentimientos de decidía que amenazaban con derrumbar el sueño, asustado me senté en el suelo y abracé mis rodillas pero mientras cerraba mis ojos una niña que brillaba como luz de luna de ojos azules y de cabello rubio blanquecino me toco el hombro y me dijo al oído "El Yelmo esta en el ático y las grevas están en el sotano, para ir a por el Yelmo tienes que frente al cuarto de tu padre pero no lo despiertes o todo se acabara, si vas por las grevas ten cuidado conmigo y el desconocido , el cepulturero está afuera en el cementerio, oye lo que va a decirle al demonio del panteón ese viejo es muy listo" ahí quedo claro que tengo dos opciones para averiguar el punto de este sueño. Seguiré pero tal vez sea mejor regresar.
Camine todo el pasillo para subir al ático y mientras subía el lugar se ponía mas oscuro y sentía a la señora gorda mirándome desde el otro lado de la oscuridad tal vez ella sea un fantasma o solo mi mente tratando de hacerme uir pero ella no me tocaría si no le tengo miedo cualquier poder que tenga se revertiria hacia ella, segui subiendo por las oscuras escaleras cada vez mas cerca de la habitación de mi padre, seguirá encierra en su cuarto? Es mi padre y no hay nada que me de mas terror que ser atacado por mi ser amado.
¡¿Que fue eso?! ¡La señora viene por mi! Pero ¿cómo? Oh no! Sentí miedo por un instante, ¿acaso moriré tragado por ella mientas me mastica con sus afilados dientes. Papá! Papá! Ayudame no quiero morir! Grite y grite pero mi padre no me oía, corrí y subí al ático por la pequeña ventana que por algún motivo estaba ahí, la señora gorda irrumpia en cada habitación y ya llegaba, tenia que pensar en algo ya! No hay tiempo! Finalmente esta aqui mi obesa perseguidora, el terror me invadió y de mis ojos empezaron a brotar lagrimas mientras retrocedía entonces desde la pila superior cae una lata enorme en mis brazos, la miro y me doy cuenta que es el Yelmo, me mire en su metálico reflejo y lo vi, me vi, nos vi. Era mis "yos" pasado, presente y futuro, eramos muy grandes, enormes, gigantescos, imparables y inalterables soñadores. Mire a la señora gorda y le dije con voz ronca pero potente "te destierro devuelta a las gargantas de Fausto" gane! Gane! No lo puedo creer!. Mire por la ventana que daba al cementerio y el cepulturero estaba recorriendo sus terrenos con su paso caucásico tan característico mientras que con su pala golpeaba levemente cada una de las lápidas, que tipo tan raro.