1. Comienzo

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Y ahí estaba yo, nuevamente en una de las mesas cerca a las paredes cristalizadas del lugar, trataba de ser discreto al mirar a aquel chico rubio, no quería que pensara que soy un acosador, mucho menos un proxeneta o algo parecido.

Trataba de ver cada detalle en su bello rostro, pero no podía acercarme a 5cm de él , era frustrante, pero a la vez, me aseguraba el hecho de poder seguirlo viendo a diario, bueno 2 veces por día, ya que venía antes y después del trabajo.
Siempre que  trataba de hablar con él al momento de pagar, él no contestaba cualquier pregunta que le hacía, simplemente contaba y decía "gracias por su compra, tenga un buen día", y otra vez mostraba esa sonrisa, brillante y a la vez melancólica, ¿ya mencioné que es hermosa?, bueno, el caso es que cada día su brillante rostro se fue apagando, no sé si fue mi imaginación, o tenía cortes en las muñecas, lo noté cuando me entregó el cambio de lo que había consumido.

Me preocupaba, sin embargo, no podia acercarme y decirle "hey que tienes en los brazos" se podría asustar e incluso golpearme.

Decidí quedarme un día hasta que cerrarán, justo ese día llegó un empleado nuevo, era un mesero.

Como todos los días, estuve atento a los movimientos de Park, sí, se su apellido, ya que todos los empleados tienen el suyo en su uniforme, el empleado nuevo llamó a Park, de la cocina, pero Park ni se movía.

¿será que está siendo indiferente?

El Gerente dijo algo al oído del mesero nuevo y este se le acercó más a Park y ahí recién el chico rubio fue hacia donde le pedían.

Estuve pensando, creo que el podría tener problemas de  audición, pero no del todo, ya que cuando el joven se le acercó al oído, si lo escucho.

Bueno, descubrí algo nuevo de él, aún así, me quedé hasta el final, eso no explicaba sus heridas.

Al finalizar, me pidieron que me retirara, ya que estaban cerrando, me senté en una de  las bancas fuera del café, miré la hora, eran las 10:30 de la noche, era tarde.

Un chico alto, aunque unos centímetros más bajo que yo, quiso entrar al café, como una persona normal haría le dije que ya habían cerrado, Ni siquiera me miro, y se quedó frente a la puerta.

Observó al pequeño chico salir, se encontró con el recién llegado.

_Ho! Taemin, llegaste_su rostro un poco feliz, se volvió melancólico_

_Claro hermoso, vamos.

Park miraba atentamente sus labios, creo que los estaba leyendo.

_Esta bien.

Estaban a punto de irse, cuando el chico rubio me miró y se acercó a mí, pensé que me había descubierto.
Cuando fue todo lo contrario, me acercó y me dijo dulcemente.

_¿Está bien? ¿Necesita algo? Ya es muy tarde y hace frío es mejor que vaya a casa.

_Si, es  cierto, gracias, que tengan buena noche.

Y me aleje, por la frías calles de la ciudad, pensando en todo lo que estuve haciendo, por amor, si por amor, ya que sentía algo que jamás habia sentido antes con alguna de mis parejas. Sin embargo, aquella persona tan especial para mí, ya tenía una persona especial.

No por eso iba a dejar de ir al café, ya me había acostumbrado y sería muy sospechoso.

Poco a poco, el chico empezó a llegar tarde, notaba marcas rojas-violaceas en su rostro, que no había logrado tapar bien con el maquillaje, me volví a preocupar.

En las noches no dormía, por qué dejé que esto pasara, me decía a mi mismo.

Decidí que al dia siguiente le preguntaría que pasaba, aunque recibiera golpes, ya no me importaba.

SEÑAS- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora