2. Nuevamente

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^en lenguaje de señas^

_ Te estuve buscando.

Jimin me miró aún más sorprendido.

_ ¿Quién eres? ¿Cómo me conoces?

Claramente estaba mintiendo.

_Soy el chico de la cafetería, ¿Me recuerdas?

Se sorprendió.

_Si, lo recuerdo. Conoces lenguaje de señas.

_Un poco, estuve aprendiendo.

Le llegó un mensaje.

_Se tengo que ir, adiós.

Agarré su brazo.

_¿Dónde vives?

_ Por aquí, adiós.

Y lo vi alejarse, por la poco colorida calle, estaba tan cerca y tan lejos de él.

Me dí cuenta que tenía moratones en el rostro, que igual no lo había logrado cubrir bien con maquillaje.

Sin embargo, no me rendiré hasta sacar de su miseria al pobre y hermoso ser que ocupaba mi mente todo el tiempo.

AUTORA:

En realidad, Jungkook había estado estudiando lenguaje de señas hace unos meses atrás, no por el problema de Jimin, sino porque había un niño nuevo en el colegio donde enseñaba artes escénicas, el niño tenía problemas auditivos, eso le impedía expresarse con facilidad, lo cual dificultaba una buena nota en su área, así que Jungkook decidió aprender lenguaje de SEÑAS.

Jungkook, ya llevaba algo de 3 meses aprendiendolo, y ahora lo haría con más razón, Pues tenía 2 personas por las cuales hacerlo.

A pesar que Jimin No sepa sus sentimientos, el hecho de ver una vez más su bello rostro ya era reconfortante para su corazón, el verlo después de ya 6 días, suena poco, pero cuando vees a esa persona a diario, se te hace una eternidad.

Jungkook no se daría por vencido tan fácilmente, no después de que un bello chico estuviera en su mente por más de 4 meses, se metiera en su mente y poco a poco en su corazón.

Jungkook estaba sentado en su estudio, donde tenía disfraces y demás utileria para sus obras de teatro. Él pensaba en todas las posibilidades para rescatar a su ángel del infierno en el que vivía.

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Seguí visitando la calle y café, aún así no lo veía por donde quiera que vaya, me sentía frustrado, quería llorar, me sentía inútil, tanto tiempo viendo sus heridas, siendo indiferente, mirándolo sufrir, mientras él me miraba con los ojos más inocentes del mundo. Siento que podría morir de la culpa.

A veces me quedaba en el café hasta tarde para hablar con Si-Won, él era bastante comprensivo, sus palabras estaban llenas de razón, si tienen algún problema él sería la compañía perfecta, además de sus graciosas bromas y personalidad.

Era Sábado por la tarde, salía del colegio en la que enseñaba, pues ya no podía tomar vacaciones por siempre, vi a los lejos a Si-Won hablar con un Chico rubio, quien le dió un abrazo y se subió a un auto.

Corrí a alcanzarlo, pero no pude, el auto ya estaba a más de 200 metros lejos de mí. Si-Won me miraba con una sonrisa en la cara, pensarán que él es un viejo sabio, pero no, tiene a penas 32 años, aún así tiene una personalidad como de 20 o eso diría yo.

Me invitó a tomar café, mientras me decía "Parece que tus ruegos tienen efecto, ¿Porque no me pides 4 trillones de dólares?", se podría decir que él y yo ya somos buenos amigos, o eso es lo que siento.

SEÑAS- KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora