¡Me Enamoré de un Nerd! [Namjin]

Capítulo 28. Ken.

Ken POV

En estos momentos me encuentro caminando por la calle para llegar a casa de Jin. Y es que aunque Yoongi y Hoseok se habían ofrecido a llevarme por ser las siete de la mañana. Me negué rotundamente y es que en situaciones cómo estás, prefiero caminar. No importa lo cansado que este ni el dolor de cabeza por la cruda que me cargo.

Después de caminar por media hora, ya solo me faltan tres cuadras más para llegar a casa pero lo que me sorprendió fue ver de lejos el auto de Namjoon. Sonreí burlonamente al imaginarme lo que ambos pudieron haber hecho al tener la casa para ellos solos.

Seguí caminando a paso lento. Metido en mis pensamientos hasta que escuché un sonido proveniente de mi teléfono.

[Nuevo Mensaje]

Mark:

¡Hola Ken!
¿Quieres salir?

Yo:

Hola Mark :3
Me encantaría salir contigo pero ahorita me encuentro en Seúl.

Mark:

¿Qué haces alla? :o

Yo:

Vine a ver a Jin XD

Mark:

¡Me hubieras dicho!
Así te hubiera acompañado ^-^

Yo:

Para la próxima será ;)

Mark:

Ok. ¿Y cuando te regresas?

Yo:

Mañana por la noche :D

Mark:

Te extrañare como no tienes idea :(

Yo:

¿Hablas enserio?

Mark:

Si...
Bueno...
Salúdame a Jin de mi parte ;)
¡Nos vemos Kennie!

Yo:

Yo le digo n.n
¡Bye Mark!

Me quede estupefacto al leer lo penúltimo que me mando y es que es la primera vez que me dice que me extrañará. – sonreí. Creo que debería venir más seguido para que me diga cosas lindas. Incluso no se como un simple mensaje suyo me pone tan feliz. Aunque es normal al estar enamorado perdidamente de él.  Lo único que me da miedo es que algún día me rechace al descubrir mis sentimientos pero sí Jin pudo conquistar a Namjoon. Entonces yo puedo conquistar a Mark.

Detuve mis pensamientos al estar enfrente de la casa. Saqué las llaves que Jin me presto y abrí la puerta. Entre y cerré la puerta haciendo el menor ruido posible para no despertar a ese par. Subí las escaleras para después dirigirme a la habitación de Jin y poder descansar.

Al abrir la puerta, me encontré a ambos abrazados en la cama. Y al verlos más cercanos que nunca. Estoy segurísimo que algo paso anoche. Me adentre sigilosamente para poder sorprenderlos. Una vez enfrente de la cama, les grite:

-¡Levántense tórtolos! – al gritarles. Ambos se sentaron de golpe con los ojos bien abiertos.

-¿Ken? – bostezó – ¿Ya llegaste?