¡Me Enamoré de un Nerd! [Namjin]

Capítulo 31. Te Extrañe.

Jin POV

Cuando me adentré a mi casa, mis padres me atacaron con varias preguntas al verme con mi labio roto y algunos moretones en mis brazos.

Me sentía mal al mentirles pero es muy vergonzoso decirles que me maltrato una mujer. Así que decidí decirles que me metí en una pelea para proteger a un chavo que estaba siendo molestado por un grupo de bravucones.

Me siento tan avergonzado de mi mismo al no ser capaz de protegerme de una chica. ¿Por qué soy demasiado débil? - suspiré triste.

¡Maldición!

Todo mi cuerpo me duele y todo por la culpa de la idiota de Jisoo. Lo peor de todo es que odio depender de los demás.

Le deseé buenas noches a mis padres y me fui a mi habitación para poder acostarme en mi cómoda cama.

Quería dormirme y olvidarme de todo lo sucedido pero no dejaba de darle vueltas a lo que me dijo Jisoo.

Solo espero que sea mentira que ella se cambiará de escuela porque si lo hace, estaré en peligro constantemente.

Aunque los chicos me cuiden, ella siempre encontrara el momento gusto para molestarme.

En fin...

Ya mañana será un mejor día.

[...]

-¡Buenos días mi vida! – me levanté de la cama de forma impulsiva, ocasionándome un fuerte dolor en donde me habían golpeado – ¿Estás bien? – observé el rostro preocupado de mi madre y asentí con una sonrisa. Odio verla así por mi culpa y todo por no saber defenderme.

-¡Me encuentro perfectamente! – me miró dudosa – Solo fue un leve dolor. – sonreí falsamente.

-Bien. – se acercó a mí con una bandeja de comida – Te trague el almuerzo. – me acomodé para agarrar la bandeja.

-Gracias mamá. – se sentó a mi lado.

-Me imagino que estás cansado. – asentí mientras le daba una probada a mis hotcakes.

-¡Delicioso!

-Acabó de avisarle al director que no irás a la escuela por unos días debido a tu salud. – la miré entre confundido y sorprendido – ¡No pongas esa cara! – se rió.

-Pero... – me interrumpió.

-¡No quiero peros jovencito! – me sonrió cariñosamente. Nada que ver con su tono de voz. ¡Que miedo! – Regresarás el jueves a la escuela y es mi decisión final. Ah y los chicos vendrán en la tarde para traerte la tarea.

-Esta bien. – suspiré – Haré lo que me dices porque jamás podría ganarte en una discusión. ¡Eres tan terca!

-Cariño, tú eres igual o peor de terco que yo. – se rió y se levantó para irse de mi cuarto – Descansa todo lo que puedas. – me guiño un ojo – Nosotros regresaremos temprano a casa, así que... – la interrumpí.

-Estaré bien mamá. – le sonreí cálidamente – Ustedes vayan a trabajar sin preocuparse de nada. Igual los chicos vendrán en la tarde.

-No lo sé... – usé mis encantos y suspiró rendida – Tú ganas en esta ocasión. Nos vemos cariño. – me despedí con un movimiento de mano.

Cuando cerró mi puerta, me dispuse a comer lo que me trajo pero dolía como el infierno y todo por la cortara en mi labio que aún no se cura del todo. Deje la mitad de la comida y puse la bandeja en mi mesita de noche.