Nuevas migas.

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Pegué un grito cuando mi espalda chocó con el húmedo lodo y volteé a ver si Lairmore fue la que me había ayudado, pero estaba equivocada. Un chico, vestía completamente de negro y cargaba consigo varias correas, de su cara no se decía nada, se tapaba la cara con una capucha y solo eran vistos sus ojos, estos eran cubiertos con una sombra negra al rededor de estos. Solo se podría tratar de una persona: Kayden Roosevelt, uno de los mejores arqueólogos jóvenes de Alucard.

Cuando iba a decir algo, había desaparecido y Lairmore acababa de llegar.

NARRA AILISH.

— ¡Por el amor a Hera! ¿Te encuentras bien Breena? – Exclamé cuando me vi a la peliblanca tirada en el lodo.

— Descuida, es imposible que me cause una herida y de ser así, solo necesito de mi poder para curarme. – Respondió mientras me paraba y se sacudía quitándose todo rastro de lodo.

— ¿Cuáles son tus poderes? – La miré intrigada mientras seguíamos el camino a Kenisha

— En vez de poder, lo nombraría Don... Tengo el Don de curar, puedo curar y rejuvenecer todo, excepto la muerte. – Me sonrío —; ¿Y tú, que poder tenes?

— Bueno yo... Antes de que algo pase, siento que pasara, no siempre, mi poder es algo que viene y va... Aún no se controlarlo.

— ¡Eres una vidente! Ganaré una fortuna contigo. – En ese momento me proporcionó un codazo en el hombro y seguimos hablando normal, hasta que sentí que alguien nos seguía, volteé a ver por todos lados, sin éxito, hasta que volvimos la vista al frente y nos asustamos.

Una pantera nos estaba viendo, de repente aparecen unas dos más, miré  a Breena en ese momento y le señaló con la cabeza el lado izquierdo, ella asiente y empezamos a correr por ese sendero, las panteras nos siguen atrás hicimos lo posible para perderlas, pero me fui cansando y Breena igual, llegamos a un lugar sin salida, volteamos y las panteras nos estaban viendo y acercándose poco a poco.

Pero antes de llegar a nosotras una especie extraña, de pelaje negro, en su cara adornaba una sonrisa casi macabra, y unos ojos dorados, llevaba una capucha en el cual sobresalian sus orejas, de la parte de atrás de esta era adornada con varias constelaciones al igual que su cola de zorro, su traje era color zafiro con dorado, (este último color en las estrellas y las esquinas del traje) grandes palmas que en esta enseñaban el círculo de los doce signos zodiacales, muslos gordos y piernas exageradamente delgadas, llega y empieza a pelear con las panteras con su mano derecha hace una bola de energía azul y se la arrojo a uno de las panteras, una se le tira encima y lo muerde.

Miré a mi alrededor y localicé una rama lo bastante gruesa, la cogí y me acerqué por detrás y le propuse un golpe a la pantera liberando a la especie, luego de esto la especie se paró y lanzó lejos a las panteras.

Volteó a ver a Brenna, sus ojos han cambiado de color por lo cual me altero.

- ¡Breena! ¿Te encuentras bien? Tus ojos... - Me acercó rápido a esta.

- S-si... Descuida, hace mucho no corría así, eso y las emociones.. Hacen que mis ojos y símbolo camb-

Antes de que poder decir algo, oímos como algo se caía, giramos nuestras cabeza a esa dirección y vimos a la especie tirada en el suelo, nos acercamos y arrodillamos al lado de él... Aún respira, Breena le toco el cuello y  hay sangre en ella, mi compañera no duda un segundo en ayudarlo y en menos de un minuto ya lo tenemos con nosotras a salvo.
—; ¿Tú quien eres? – Lo miré algo curiosa, no es una especie que ya haya visto y por lo que creí, Breena tampoco.

— Perdonen mi descortesía, mi nombre es Astrael, soy un ScarFox, estoy destinado a ser guardián de los signos zodiacales. Sin embargo, mis reyes no me creen digno... ¿Ustedes como se llamaís?

Nos presentamos y le dijimos la razón por la cual estábamos acá.

— ¿Ha Kenisha decís? ¡Pero estáis lejísimo de ese lugar! Van en dirección contraria.

— ¿Qué? P-pero estábamos yendo bien...

Breena sacó su mapa y brújula empezó a ver por la zona y a reconocerla pero antes de ella poder decir algo Astrael habló:

— Para mí será un gusto acompañarlos y guíarlas en esta bella aventura. – Giño un ojo y Breena y yo dudamos pero, ¿Qué podría salir mal?

(...)

— Hemos llegado. – Nos informó Astrael, volteamos pero no vimos nada que no hayamos visto antes; follaje.

— Yo no veo nada. – Mi vista se dirigió por todo el lugar hasta que Astrael hizo que mirara hacia arriba y me sorprendí al ver que Kenisha estaba literal en el cielo.

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N/A:

Espero les haya gustado el capítulo, pueden comentar cosas que les gustaría que pasaran. Baeee~

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2019 ⏰

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