Quisiera estar en una vida futura, donde habites mi alrededor, donde me pose sobre tu regazo sin miedo al resto del mundo, sin temor de lo que algún alma tormentosa pueda pensar, decir o hacer. Quisiera vivir otra existencia de mí mismo, diferente a la que fluyo en este instante, quizá sea muy profundo o melancólico de un pasado cercano o de un futuro próximo. Pero cómo se puede ser nostálgico con algo que nunca has vivido o algo que nunca ha sucedido?
Tal vez porque sí lo has sentido, y esperas que sea justo así, justo como lo has soñado.Es normal ilusionarse con el futuro, soñar con una vida muy avanzada a la nuestra, vehículos voladores o máquinas que hagan cada uno de nuestros trabajos por nosotros, luces neón o imágenes holográficas, pero también es común simplemente soñar contigo, con tus manos rozando las mías, peinando mis cabellos u observandome mientras estás tendida sobre mí. Y en un futuro complejo y lleno de realidad virtual o cualquier sistema que haya imaginado el ser humano te quiero a tí y a la simpleza de estar abrazados sobre la cama mientras hablamos de cualquier tema sin significado aparente.
Y aunque la vida sea el tópico más complejo de la existencia siempre hay algo que resume todo, una promesa que engloba y centra cualquier pensamiento: Mi amor puro y lleno de ridiculez y sinceridad. Como una mente sin recuerdo, mi corazón es una caja llena de tí y tus componentes, que sin estos no sería ni valdría nada.
No sirve de nada escuchar una y otra vez la misma canción si al final solo se acabará y tendrás que escucharla de nuevo, esta solo sirve si la llevas en tu memoria, y quiero que estés ahí, no quiero reproducirte miles de veces, quiero llevarte conmigo.El hombre no vive solo de pan, o de amor, pero entre estos hay una diferencia inmensa: El amor es un motor eterno e incesante, el pan es solo momento, un respiro. Y no sirve respirar ahora y ver cómo respiras después, sirve saber cómo lo harás por el resto de tu relativa mínima o máxima existencia en este mundo terrenal que es todo lo que conocemos, todo lo que hemos visto con nuestros ojos, y en una vida futura, que es lo que hemos sentido con nuestro corazón.