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Hubo un momento de silencio y de tensión entre los presentes, ninguno sabía que decir o qué hacer.

Ansel no se movió de su posición anterior, se mantuvo de pie mirando fijamente al hombre esposado y luego se encogió de hombros, pateó el espaldar de la silla haciendo que Blackely se cayera y su cara impactara con el suelo de madera.

- ¡Maldito seas! - gritó cuando el dolor se esparció por su cabeza.

- ¿Qué significa esto, Ansel? - preguntó Theo algo confundido.

- Los seguía luego de salir de la casa de Mariah, mis muchachos lo interceptaron.

- No es tu estilo secuestrar a policías - comentó y su amigo río sarcásticamente.

- Ya veremos si realmente es policía.

Shailene se mantuvo al margen de la situación y decidió sentarse en uno de los sillones de cuero de la estancia, ¿Que si estaba nerviosa? Por supuesto que sí, pero ella sabía que con Theo a su lado estaría segura. O al menos eso creía.

Theo por su parte, caminó hasta Blackely, se agachó y habló lentamente.

- ¿Quién eres realmente? - preguntó tranquilo, el detective apenas y se movió, no dijo ni una palabra -, volveré a preguntar, esta vez de otra manera... ¿Eres un detective, o un secuaz más de Courtney?.

No hubo respuesta, el asesino de Seattle no era una persona muy paciente en cuanto a sacar información se trataba, y estaba un poco fuera del juego, así que oxidado y siendo su paciencia muy corta será un terrible fracaso intentando sacarle información a Blackely, sin embargo para eso estaba Ansel.

- Escucha amigo - empezó a hablar con algo de lástima -, Theo no es un hombre de paciencia... Y si no le dices lo que quiere escuchar, va a torturarte lenta... Y dolorosamente, creo que no quieres eso. O podría buscar a tu familia y asesinarla mientras tu estás atado a una silla y amordazado - hubo un tenso silencio -, bueno... Que conste que le advertí.

Blackely parecía una estatua, no dijo ni una palabra, ni movió un solo músculo.

- Lo preguntaré una vez más - dijo Theo, tajante y frío como un cuchillo afilado. Tomó a Blackely por el cuello de la camisa con fuerza, y no supo si era el miedo natural del "detective", o si era la expresión que tenía el mercenario en esos momentos, pero pudo ver el propio terror en los ojos de Blackely - ¿Quién, eres? - repitió pausadamente.

Al ver que no hubo respuesta, golpeó fuertemente el espacio entre los pulmones y el estómago del "detective", haciendo que éste jadeara en busca de aire. Shailene ahogó un grito cuando otro golpe fue a parar a la mandíbula del hombre atado, haciendo que Theo se detuviera.

- Sal de aquí Shailene. - pidió, la chica no podía moverse gracias a la conmoción de ver a alguien siendo torturado - Shailene, por favor Ansel sácala de aquí.

El proxeneta asintió levemente y tomó a la muchacha de un brazo, una tácita invitación a que se levantara pero no se movía, no podía apartar la mirada de esta faceta del que ahora era su pareja.

Su respiración estaba acelerada, sus músculos tensos y su mirada... En su mirada estaba reflejado, casi imperceptible pero ahí estaba, el miedo. En sus ojos había un temor que sólo el sabía a qué se debía. No era el miedo en los ojos de Blackely, o el temor en los de Shailene, tampoco era la preocupación combinada con miedo en los ojos de Ansel.

Este, era distinto. El temía que Shailene le tuviera miedo, y por eso quería que Ansel la sacara de allí. Tenía miedo de envenenar la pureza y dulzura de la que ella era dueña, y que su oscuridad la convirtiera en un mounstro. Como él.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2021 ⏰

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