A Aira la cuidamos juntos a pesar de que la hayas adoptado con Martina.
Ella no tenia la culpa de su separación.
Un día enfermó.
Una semana después el veterinario nos dijo que no tenia cura.
Nos dijo que nos despidieramos.
Llamaste a Martina para preguntarle si quería despedirse.
No le importó.
Lloraste por Aira.
Lloré por Aira.
Nos despedimos.
La durmieron para siempre.