Capítulo 12

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Rápidamente los días transcurrieron uno detrás del otro, y sin darse cuenta ya había pasado un mes desde la graduación de JunMyeon. El castaño recuerda con cariño aquél fin de semana tan especial y lo increíble que fue despertar abrazado a YiXing. El empresario había disfrutado tanto como él del domingo y se había tomado las molestias de prepararles las tres comidas y pasar el día entero en la cama con él para darse mimos y disfrutar de sus cuerpos una y otra vez sin descanso alguno. Fue el lunes que comenzó a trabajar oficialmente como contador de Zhang Life Inc. firmando el contrato que le extendió YiXing con una sonrisa y recibiendo consejos de la boca del antiguo y anciano contador que le sirvieron de mucha ayuda durante los primeros días. YiXing y él se las habían arreglado para dejar su relación en una zona puramente profesional durante el trabajo, sin embargo, aún se robaban miradas y breves besos a escondidas, y para cuando la noche llegaba YiXing solía esperarlo en el estacionamiento cuando los demás empleados se retiraban y juntos iban al penthouse del mayor o al apartamento de JunMyeon para disfrutar de ellos por algunas pocas horas. Se habían acostumbrado rápidamente a esa rutina y ya JunMyeon la miraba como algo del día a día, sin embargo, no podía cansarse jamás de ella. Para cuando el sábado de esa semana llegó, fecha en la cual se realizaría la barbacoa dicha por su madre, JunMyeon había asistido acompañado a casa de sus padres porque cariño, trae a YiXing y a Baekkie para que podamos compartir con ellos también, y a pesar de las miradas sabedoras y las muecas de BaekHyun, el día transcurrió de una forma muy agradable para todos. Habían bebido cerveza, hablado de diversos temas (entre ellos las aficiones del pelinegro y JunMyeon descubrió que al hombre realmente le apasionaba la música y el baile) y comido una deliciosa carne y ensalada preparada por el señor Kim. Al finalizar la reunión y cuando YiXing y él se encontraban en la comodidad de la vivienda del mayor, JunMyeon había sentido felicidad pura al escuchar que el chino de verdad había pasado un buen rato y que había conseguido sentir estima por su madre, una mujer increíblemente burbujeante y atrayente gracias a su personalidad única y desinhibida, cuando el menor se sentía preocupado al creer que tal vez su progenitora había sido demasiado intensa con él. Ya había pasado algún tiempo desde que sus padres se habían devuelto a China, sin embargo, sus llamadas eran más frecuentes y solían preguntarle por el "atractivo prototipo aceptable como novio". A JunMyeon no le molestaba, y aunque era algo incómodo, solía hablarles de YiXing y no mamá, no estamos en ninguna relación. BaekHyun era un tema aparte. JunMyeon casi tenía la certeza de que el tipo sabía sobre ellos, pero su falta de comunicación respecto al tema lo dejaban algo confundido, porque BaekHyun era como una bomba a punto de explotar y cuando se enteraba de noticias jugosas como esta terminaba hablando de ellas sí o sí, sin embargo, aún no había abierto la boca ni hecho insinuación alguna sobre YiXing y él, y eso lo tenía un poco preocupado. Con respecto a SeHun, bueno, la situación era un poco más tensa. Había logrado dejarle los puntos claros, se había disculpado por ilusionarlo y luego bajarlo de la nube tan repentinamente y había sido muy específico al decir que si quería tener una relación con él, sería únicamente amistosa. El chico no había explotado o gritado, pero sí mostró disgustado y un poco ofendido, porque después de tanto tiempo de coqueteos, él terminó echándose para atrás; JunMyeon lo entendía y se sentía algo culpable por eso, así que cuando el alto le preguntó si aquél cambio de elección se debía a YiXing, no pudo hacer más que contestar afirmativamente. Si bien el bailarín había aceptado ser su amigo, aún no se habían visto o hablado y JunMyeon creía que todavía seguía dolido con él, por lo cual no se molestó en buscarlo. LuHan fue cosa aparte; el chino se había acercado más a él y de vez en cuando le texteaba para saber cómo estaba y cómo le estaba yendo en la compañía, además, le pasaba información de SeHun y lo tranquilizaba diciéndole que el chico estaba bien, solo algo decaído; fue sumamente fácil crear una amistad con LuHan y JunMyeon logró tomarle aprecio rápidamente. Por otro lado, las cosas en la empresa iban de maravilla; había logrado adaptarse al cambio muy rápido y hacer lo que le gustaba no fue gran problema, aún cuando el trabajo era enorme y agotador. Sus compañeros lo habían recibido muy bien y siempre le daban ánimos, y también habían contratado a un nuevo repartidor que le había caído excelente. El chico se hacía llamar Mark y era un joven estudiante que estaba a punto de graduarse del instituto; una completa ternura de muchacho. Terminó de anotar algunos balances en las hojas y reunió todo el trabajo que había conseguido en el trascurso del día, las engrapó y las metió dentro de una carpeta y luego la colocó debajo de su brazo, tomó el café recién llevado con la mano derecha y procedió a salir de su oficina con paso resuelto para dirigirse hacia el despacho YiXing. JunMyeon admitía que extrañaba sus ropas casuales y deportivas para ir a la empresa, ahora tenía que usar un nada cómodo traje como todos los demás y BaekHyun se había burlado de él por eso.Se metió en el ascensor y pulsó el botón con el número dieciocho, las puertas se cerraron suavemente y el aparato se puso en marcha. Disfrutó de su bebida caliente mientras pasaba por el pasillo y saludó a TaeYeon con una sonrisa amable, ella le dejó entrar a la oficina de su jefe y JunMyeon se perdió tras la puerta de entrada al despacho. Como la mayoría de veces que JunMyeon se presentaba ahí, YiXing se encontraba firmando y leyendo algunos papeles y él se hizo notar con ayuda de una sonrisa y un carraspeo. Inmediatamente los ojos adornados por un par de gafas delgadas se centraron en él y una sonrisa llena de hoyuelos y ojos brillantes se presentó en el rostro del mayor. —Hola, señor Zhang. Le traigo un poco más de trabajo para que revise y firme —comentó mientras se acercaba al empresario y dejaba la carpeta llena sobre el escritorio—.JunMyeon bebió un nuevo trago de café y sonrió aún más cuando YiXing se puso de pie y se acercó a él para darle un delicado beso sobre los labios, degustando sus belfos y zaqueando un poco del sabor de la adictiva cafeína. —Muchas gracias, Kim, seguro que lo haré. ¿Tienes fin de semana de películas hoy? —preguntó mientras acariciaba su espalda y su cadera y JunMyeon se lamió los labios y negó con la cabeza—.—No, BaekHyun saldrá. No sé qué está haciendo pero últimamente ya no tiene tiempo para mí —contestó con un puchero sentido y YiXing rió y mordisqueó su labio inferior puesto tiernamente en popa—.—Bueno, resolvamos eso. Mañana pasaré a buscarte a tu apartamento.—¿Vamos a tu penthouse? —preguntó distraídamente mientras acomodaba una de las solapas del traje del mayor y éste negó con la cabeza—.—Créeme, estoy tentado de ir hacia allá, pero ese no es el plan. —¿Entonces?YiXing rió y le dio un pico dulce y cariñoso en sus labios.—Deja de ser tan impaciente, Jun, y espera a mañana. —De acuerdo —acordó con diversión y volvió a chocar sus bocas dulcemente—.JunMyeon, sin darse cuenta, se había vuelto adicto a sus besos y a sus caricias; no podía estar un día sin besar al mayor o tocar su cabello o brazos, era como si YiXing fuera un imán que lo llamaba y acercaba a él sin ningún tipo de impedimento. Como siempre, la electricidad corrió por sus cuerpos, sin embargo no profundizaron el beso y solo se dedicaron a acariciar los labios contrarios con delicadeza, creando tímidos chasquidos y ladeando el rostro para que sus narices no chocaran entre ellas. YiXing acunó sus mejillas y JunMyeon puso su mano libre en su cuello para acariciar la nuca, allá donde nacía el cabello azabache, y sus cuerpos se buscaron entre ellos de manera inconsciente hasta que ni un centímetro de espacio los separaba. Se separaron luego de un rato con los ojos cerrados y YiXing dejó un beso en la frente del castaño, y JunMyeon supo que era justo por esos detalles sutiles que sus sentimientos se estaban revolucionando, cambiando y transformándose en algo nuevo y mucho más profundo. ♠♠El día siguiente (sábado) JunMyeon se levantó con los ánimos hasta el tope y con una sonrisa brillante. Le escribió un mensaje de buenos días a YiXing y comenzó su rutina de diez minutos de ejercicio luego de desayunar y se dio una ducha. Tonteó un rato con el empresario a través del celular y luego de que éste le dijera que iba a buscarlo alrededor de las doce, JunMyeon se movió a cambiarse. Extrañamente el día había amanecido despejado y brillante y JunMyeon no se quejó por ello, porque había pasado un tiempo desde que el Sol se dignaba a dar la cara, así que decidió ponerse unos pantalones negros y rotos en las rodillas, una camisa algo holgada y un par de tenis blancos. Peinó su cabello y se colocó un poco de perfume antes de asentir, dándole el visto bueno a su imagen. Se veía bien y casual, como si no estuviera desesperado por verse increíblemente atractivo para el hombre que le gustaba, y el resultado le gustó bastante. Volvió a la pequeña sala y se sentó en su sillón, hundiéndose y siendo casi tragado por él por lo viejo que era, y encendió la televisión para ver algo de la programación mañanera antes de que YiXing llegara. Lo hizo una hora y media más tarde con tres toques a su puerta para advertirle su llegada, y JunMyeon saltó del mueble con una sonrisa radiante en los labios y se apresuró a abrirle. De inmediato rodeó el cuello del mayor y se inclinó para darle un beso corto y sorpresivo y al separarse escuchó con deleite el sonido musical de las risas divertidas de YiXing. —Valla, que recibimiento tan satisfactorio. Deberías hacerlo más seguido y no dejar que sea yo quien tome la iniciativa. JunMyeon rió y cuando abrió los ojos de nuevo sintió a su boca desencajarse de su mandíbula al ver el color nuevo en el cabello del chino. Estaba de un tono chocolate espectacular y lo había peinado hacia arriba y de lado, viéndose increíblemente sexy. Su atuendo consistía en unos vaqueros ajustados que dejaban a la completa vista sus bien formadas y firmes piernas, una camisa blanca de tirantes adherida a su torso y una chaqueta beige, sus ojos oscuros estaban censurados por un par de gafas de Sol, y mierda, de haber sido una chica ya se hubiera mojado las bragas. —¿Te gusta lo que ves?—Ah... yo, bueno no... tú, sí, tú, estás...—Al parecer he conseguido mi cometido: te he dejado sin palabras y completamente sonrojado. ¿Tienes idea de lo tierno que te ves así? Lo peor de todo es que no sé si morir de ternura o de deseo por hacerte mío. El color se intensificó en sus mejillas y JunMyeon lo golpeó en el pecho antes de girarse y volver a la sala para apagar la televisión y coger su cartera y las llaves del apartamento. Se reunió de nuevo con el y cerró la puerta con seguro después de salir de su vivienda y juntos comenzaron a caminar fuera del edificio. —Tú eres un hombre sin descaro y desinhibido, es obvio que me sonroje hasta las orejas si vienes vestido así solo para provocarme y que además digas cosas como esas con esa sonrisa tuya tan provocativa. Que me ponga todo tímido es tu entera culpa. —Lo sé, y eso me encanta, sin embargo déjame decirte, Junmyeonnie, que yo no soy solo una bomba sexual, también puedo ser tierno, y apuesto mi Porsche a que luego de mostrarte mi aegyo te sonrojarás. —Pff, pruébame —dijo luego de detenerse a mitad de pasillo mientras bajaban las escaleras y YiXing lo imitó con una sonrisa animada. El menor se cruzó de brazos y esperó a que el tipo cumpliera sus palabras y su corazón latió fuerte al ver la curva dulce y tierna en sus mejillas al sonreír, la cual provocó la salida de sus hermosos hoyuelos; sus ojos ahora visibles se entrecerraron lindamente y sus manos se apretaron a la altura de su pecho, y JunMyeon supo que con eso ya estaba perdido—.—¡Junmyeonnie-ah~! Por favor, no te avergüences por mí y solo dame un besito, ¿sí? Solo será uno, uno solito, nada más... buing-buing~ Oh, mierda. Se sonrojó como una adolescente cuando una de las manos del mayor se empuñó y se movió como la de un dulce gatito, además, los ojos tiernos y brillantes quedaron a la vista porque YiXing se había deshecho momentáneamente de sus gafas, y eso combinado con su sonrisa, sus hoyuelos y su puchero rosadito opacó por completo su imagen y lo volvieron la cosita mas tierna del planeta. Su corazón corrió con fuerza y rapidez mientras el calor se asentaba en su rostro y YiXing se incorporó y su sonrisa amable apareció, tiró de su brazo fuertemente cruzado sobre su pecho y lo besó tiernamente. —Te lo dije. Estás sonrojado.—Es lo que causas en mí, idiota. —Me alegra ser yo quien lo provoca. Salieron del edificio sin ningún otro contratiempo y se sumergieron en el interior del Porsche de YiXing. Inmediatamente el más alto encendió la radio, sabiendo que a JunMyeon le gustaba escuchar música mientras conducía, y el sonido eléctrico y pegadizo de un grupo de chicos del momento inundó el auto. JunMyeon se dedicó a cantar por lo bajo y tararear suavemente mientras los oía con una sonrisa y YiXing cruzó los dedos sobre el volante para que pusieran una canción de chicas (que no fueran Red Velvet porque al parecer ellas eran "las únicas reinas que habían logrado robar su corazón") solo para ver como el ceño de JunMyeon se fruncía y chasqueaba la lengua con molestia y disgusto, y cuando esto ocurrió, muchas canciones después, no evitó soltar una risita disimulada. JunMyeon miró con asombro por la ventana del auto al notar que estaban comenzando a alejarse de la inmensidad de edificios, el bullicio de las calles y el ruido ensordecedor de las bocinas de los coches para entrar en un espacio más tranquilo y silencioso, agradable. No le preguntó a YiXing hacia dónde se dirigían porque sabía que el chino no iba a decirle, así que solo dejó que él los condujera a donde sea que fueran sin decir nada en el camino, y agradeció a todos los cielos que aquellos largos silencios entre ellos nunca fueran incómodos, porque sino estaría pasando un indudable mal momento.Finalmente, y luego de un par de horas de ininterrumpida conducción, llegaron a una pista de aterrizaje llena de avionetas y de personas vestidas con trajes enormes y de colores fosforescentes y JunMyeon compuso una mueca confundida. YiXing detuvo el auto y giró el rostro par verlo con una sonrisa emocionada, lo tomó de la mano y apretó su palma ligeramente. —¿Dónde estamos, YiXing?—¿En nuestra primera cita? No lo sé, llámalo como desees. Las mejillas del menor cobraron vida y sus ojos se expandieron al mirarlo.—¿C-cita? —preguntó, su corazón acelerado golpeando contra su pecho y aquella calidez ya conocida apoderándose de todo su ser—.—Solo si quieres que lo sea. ¿Quieres una cita conmigo?Y JunMyeon solo fue capaz de asentir tontamente, causando una risita divertida en el mayor y que le dejara un beso fugaz en sus labios.—Bueno, entonces bajemos. Te prometo que ésta será la cita más increíble e inolvidable que tendrás en toda tu vida. Y él no lo dudó, porque solo con tener a YiXing como acompañante hacía las cosas especiales y únicas. Salieron del auto no mucho después y YiXing pasó el seguro a las puertas y guardó las llaves en el bolsillo de su pantalón, colgó sus lentes de sol en su camisa y extendió una mano para que él la tomara, obedeciendo casi de inmediato. Sus dedos se cerraron alrededor de los del mayor y JunMyeon no evitó pensar en lo bien que se sentía tener su palma aferrada a la contraria. Caminaron hacia la pista de aterrizaje y JunMyeon miró atentamente todo lo que lo rodeaba, descubriendo que los únicos transportes aéreos disponibles eran avionetas y un par de helicópteros. Las personas que circulaban se veían entusiasmados y muchos de ellos llevaban un arnés en sus torsos y JunMyeon abrió la boca con horror al alzar la mirada y notar cuerpos cayendo del cielo desde una avioneta y volando gracias a la ayuda que les brindaba un inmenso paracaídas. Oh, infiernos. —Yi-YiXing, ¿nosotros vamos a hacer eso?—Hum-jum. —De-debes estar bromeando. ¡Podemos morir!—No lo haremos, tú irás conmigo, ya yo tengo experiencia en esto y ten por seguro que no dejaré que nada te pase, así que no tienes porqué temer. El clima está a nuestro favor, así que no habrán dificultades para aterrizar...JunMyeon lo interrumpió al detenerse y tirar de su mano para que él lo imitara. Sin soltarlo lo miró con preocupación y YiXing solo lo observó fijamente, esperando a que el chico hablara. —Es que no solo temo por mí, no quiero que nada malo te pase, YiXing. El nombrado aguardó unos momentos en silencio y poco a poco una sonrisa cariñosa fue invadiendo su boca rosada. —No tienes porqué, Jun; como ya te lo he dicho, he hecho esto muchas veces y creo que puedo ser capaz de caer en la tierra con los ojos cerrados. No te traería aquí para hacer esto si no conociera mis habilidades, así que confía en mí, bebé, ¿de acuerdo?Y joder, no supo si fue por el bebé, por su mirada o por su seguridad que JunMyeon terminó aceptando y se dejó conducir nuevamente hacia una de las avionetas vacías. YiXing lo dejó solo un momento para hablar con uno de los trabajadores del lugar y, mientras el chino ultimaba detalles y dejaba claras algunas cosas, JunMyeon se dedicó a ver los cuerpos voladores de aquellos hombres y mujeres valientes que se atrevían a hacer aquello. Dios, él estaba a punto de sufrir de un ataque al corazón con solo mirarlos, no quería ni imaginar lo que sentiría al caer. YiXing volvió a su lado unos pocos minutos después con una sonrisa satisfecha y lo tomó de la mano para conducirlo a un vestidor disponible dentro de donde se guardaban las avionetas. El ruido de los aparatos voladores al caer en la pista y las conversaciones excitadas de los aventureros que ya habían tenido su dosis de adrenalina llenaban el aire y JunMyeon se concentró en las carcajadas y las exclamaciones de los desconocidos para no entrar en un ataque de pánico y enloquecer. Entraron al cuarto lleno de trajes de cuerpo completo de colores azules, rojos y naranjas y YiXing le pasó uno de su talla del primer color, mientras que él cogió uno naranja para sí. —Póntelo sobre la ropa y ajusta muy bien las correas —le ordenó, mientras el procedía a hacer lo mismo—.JunMyeon obedeció con manos temblorosas y esperó a que el mayor terminara para dejarlo comprobar su ropa. El castaño con mas edad se acercó a él y apretó un poco más las correas, ajustó las mangas y le extendió un casco con unos protectores para los ojos con una pequeña sonrisa. —Son para que puedas ver el paisaje. Póntelo cuando estemos en la avioneta. El pequeño asintió y se dejó tomar de la mano nuevamente para salir del vestidor y encontrarse con el mismo tipo con el que YiXing había hablado al llegar; lo vio subirse en el puesto de piloto en la avioneta y abrió la puerta trasera del transporte para dejarlos entrar junto a un pequeño grupo de personas más. YiXing lo condujo hacia ahí con seguridad y una vez la avioneta hubo alzado vuelo se dedicó a colocarles el paracaídas para dos personas, teniendo sumo cuidado con las correas y comprobando una y otra vez que todo estuviera en orden. JunMyeon se mantuvo con los ojos cerrados mientras el chino trabajaba en sus asuntos y no dejó de rezar en ningún momento para poder caer vivos y salvos de nuevo en tierra. Rayos, había enloquecido ¡iba a caer de un jodido avión en paracaídas en cuestión de minutos con el chico que le gustaba! Mierda, YiXing había tenido razón con eso de que esa sería, indudablemente, una experiencia única y una primera cita inigualable si todo salía bien, pero si no era así... JunMyeon no quería ni imaginarse esto último. Notó que los que estaban ahí con ellos eran personas tan nuevas en el asunto como él, pero se sintió aliviado al ver que sus acompañantes de vuelo eran profesionales en el tema y no otro inexperto más. Volvió a mirar a YiXing y éste se inclinó para picotear sus labios con dulzura. —Hey, no te olvides de respirar, y relájate, te aseguro que esto será divertido —dijo con diversión y JunMyeon no tuvo tiempo de replicar porque el mayor procedió a ponerle su casco y el suyo justo en el momento que la compuerta se abrió para darles luz verde para saltar—.Su estómago se revolvió cuando YiXing lo instó a caminar hacia la orilla de la puerta de la avioneta, sintiendo el frío aire chocar contra su cuerpo con fuerza y viendo con vértigo las nubes inacabables e inmensas a su alrededor. La ciudad a sus pies se veía minúscula y allá, muy lejos de ahí, JunMyeon fue capaz de ver el mar. La vista era maravillosa, lo admite, los campos verdes, las luces de los edificios, las figuras de las carreteras, el sonido de las aves, todo era algo fantasioso e incomparable, como una pintura hecha por el más experto e increíble pintor existente, y su corazón se relajó un poquito cuando los brazos del mayor rodearon su cintura por un momento y la barbilla del castaño reposó sobre su hombro para decir en su oído íntimamente, en un susurro que se llevó el viento fuerte que golpeaba su cuerpo hasta hacerlo tambalear:—Creo que siento más, JunMyeon. Y, sin darle tiempo de procesar sus palabras, YiXing saltó al vacío con él y no pudo evitar soltar un grito ensordecedor mientras sentía cómo la adrenalina se disparaba de una sola vez en su torrente sanguíneo. Las manos del empresario tomaron las suyas desde atrás e hizo que sus brazos se abrieran a cada lado de su rostro, sus piernas quedaron en una posición extraña debido al choque del viento contra su cuerpo, y su corazón le advirtió que podría salirse de su pecho en cualquier momento, no solo por la caída, sino también por las palabras de YiXing. Por un segundo, teniendo a aquél hombre espectacular tras su cuerpo, sintiéndolo tan cerca, tan hundido en él, JunMyeon se relajó y comenzó a disfrutar de la caída, apreció el paisaje que estaba bajo su cuerpo minúsculo y sintió que si moría no iba a importarle, porque estaría con YiXing, ese hombre increíble que había despertado sentimientos desconocidos en él y que era capaz de alterarlo con una sola mirada de ojos oscuros, y sí, él también sentía más. Segundos pasaron para que YiXing soltara una de sus manos y tirara de una cuerda unida al arnés, haciendo que el paracaídas saliera y se abriera, impulsando sus cuerpos duramente hacia arriba y provocándole ese vacío incómodo en el estómago; después de eso solo fue cuestión de volar tranquilamente y mirar todo bajo él. JunMyeon sonrió enorme y pegó su espalda al torso de YiXing, hizo la cabeza hacia atrás y miró el rostro contento y satisfecho del mayor, y su visión quedó absorta y llena de él, porque el hombre era perfecto y se veía increíble rodeado del inmenso cielo azul.YiXing se inclinó y lo besó rápidamente para no desconcentrarse de su tarea y JunMyeon sintió el contacto demasiado efímero, sin embargo, se dedicó a disfrutar de la experiencia plenamente, soltando risas, haciendo exclamaciones y señalando puntos conocidos y distinguidos en la distancia. Desgraciadamente el viaje duró muy poco y cuando YiXing aterrizó junto a los demás viajeros y les hubo quitado el paracaídas, JunMyeon no pudo evitar colgarse a su cuello con vestigios de adrenalina circulando en su cuerpo y lo besó con fuerza y demanda, cerrando los ojos fuertemente y entregándose al sabor único e increíble del mayor. Separaron sus bocas jadeando pero con sonrisas satisfechas en sus rostros brillantes, y JunMyeon acarició el cabello de su nuca y sintió con deleite los cariñosos toques sobre sus mejillas. —Eso fue realmente increíble, YiXing.—Qué bueno que te gustó. Se miraron a los ojos por algunos segundos y al final terminaron besándose nuevamente, esta vez con la calma y tranquilidad que los caracterizaba. Volvieron a separarse y luego de que YiXing dejara un beso en su frente, JunMyeon dijo con seguridad:—Y al igual que tú, también siento más.

I: Señor ZhangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora