Capítulo 14: Pasión

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Carolina estaba guardando sus cosas y sintió como alguien le abrazaba la cintura con sus manos, volteó, y no era nadie, sintió un escalofrío por su espalda, alguien estaba ahí, tenía que irse lo mas antes posible, pero tenía que esperar a alguien porque tenían como un ''compromiso''. Rápidamente guardó sus cosas en su mochila, para luego salir a esperar afuera, en la salida, no había otra salida, entonces se podrían encontrar para luego irse juntos.

Caro: —se muerde las uñas—

Se abre la puerta y se encuentra con quién ya tenía planes para pasar el rato.

Tavo: ¿Vamos? —dice animado—

Caro: Vamos, vamos —dice algo nerviosa—

Es que no era la falta de interés de los dos, sólo era los nervios que pasaban por el cuerpo de ellos dos. En silencio entran a el auto de Tavo, es que, los dos ya saben que va a pasar, saben que lo van a gozar.

Caro: Y ¿Cómo te ha ido hoy? —dice con voz un poco aguda—

Tavo: Excelente, siento que todo va bastante bien para ser un solo día, y ¿Tu Caro? ¿Cómo has estado?

Caro: Bien... como que hay una tensión ¿No crees? —ríe nerviosa—

Tavo: Si... es una tensión medía rara...

Un silencio incómodo invade el auto, Tavo sin pensarlo pone una canción relajante con bajos algo fuertes, será por la vibración y el volumen de la música que ambos empezaban a excitarse, es algo normal que el miembro viril se pare por la excitación ¿No? Tavo, serio, aguantando las ganas de meter su miembro en alguna parte, conduce algo rápido hacía su casa, Caro de ves en cuándo miraba hacía la parte privada del conductor, es que, como unos diecisiete centímetros se veían ahí.

Llegando a la casa, dejando el auto en el garage, Tavo no se aguantó más y salió rápidamente del auto agarrando a Caro de la mano, en ese momento estaban unidos por la pequeña excitación que estaba empezando, besando sus labios mutuamente, no dejaban de moverse hacía dirección a la cama, ya sabían que iba a pasar, un sexo realmente bueno se venía.

Caro: —se separa un poco— Díos, estas delicioso —le toca el miembro sobre el pantalón—

Tavo: Hermosa, tu también, te voy a cojer tan extraordinario que te va a encantar.

El varón se sienta en la cama con el miembro erecto, lo cuál la siguiente acción de la dama es lentamente lamer el miembro, arriba abajo, arriba abajo, como un helado de leche blanca totalmente deliciosa. Sólo se escuchan jadeos y gemidos de parte de los dos, con la mano de la femenina empieza a tocar el miembro aún erecto, no es suficiente, aún no, se necesita más acción y pasión.

Tavo, algo rápido agarra a Caro y la pone boca a bajo sobre la cama, empieza a sacar el pantalón de buzo que llevaba puesto ella, no, estaba ella realmente mojada, ambos estaban sacando fluidos de sus partes, en eso, él joven empieza a lamer el interior del sexo de la mujer excitada, hay que mojarlo un poco. El clítoris era base de la excitación de la mujer. Después de un rato, ya habían tres dedos dentro, todos húmedos y mojados, sigue fase, penetración.

Tavo: ¿Estas lista hermosa? —dice rozando su miembro contra la parte íntima de la nena toda roja por la excitación—

Caro: Si, metelo lento por favor, estoy mojada por ti... —dice jadeando—

Lentamente metió su miembro palpitante, adentro estaba todo mojado y apretado, una sola palabra: delicioso.

No se contuvo más, se empezó a mover a un ritmo en la que los pechos de la excitada no debajan de rebotar lo poco que tiene, el crujido que hacía la cama caliente cuando el hombre metía y sacaba su pene todo excitado de pasión, el sonido del semen chocando, el crujido de la cama ardiente, los jadeos y gemidos que iban al compás. Rápidamente iba el sexo de ambos, no paraban, estaban completamente llenos de sexo, excitación, pasión y con ganas de más penetración fuerte y dura sin descanso, se sentía algo venir de parte de la chica completamente excitada con gritos de gozo, el sudor también era parte del sexo, sin parar se vino dos veces y el varón no paraba de moverse como loco, el miembro aún daba para más.

Le dio un orgasmo realmente fuerte a el sexo de ambos, el semen salia sin parar a fuera de la vagina excitada, los roncos sonidos de placer de Tavo mientras miraba el sexo moviéndose aún de placer, viniéndose sin ningún toque, salia fluidos de la mujer.

Lentamente sus corazones se iban calmando, para luego acostarse tranquilamente en la cama, con sudor, pero con satisfacción del sexo duro.

Y Si ¿El Destino No Existe? |QueenolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora