I'm Sorry

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"En algún momento pensé que mejoraría, que lograría superarte y seguir adelante. Solo eran falsas esperanzas.
He llegado al fondo de un barranco de profunda tristeza y ya nada ni nadie me puede salvar. Estoy perdido.
La presión en mi pecho no me deja respirar, veo tus fotografías, tus cosas, y lloro sin control. Respiro el leve aroma de tu ropa, pero esta ya se ha ido casi por completo. ¿Qué puedo hacer?
Siento que me ahogo, pero no hay ninguna mano que me saque a flote. Ya no apareces en mis sueños y eso me desespera. ¿Cómo puedo volver a verte?
Siempre pensé que aquellas películas donde el personaje desfallecía por amor eran una exageración total. Bueno, ya no pienso así. Pues creo que esto es digno de una tragedia griega.
Imaginarte a mi lado ya no funciona.
¿Qué puedo hacer?
Lo siento, mi amor, perdóname. Nunca creí que esto acabaría así. Pero no soy lo suficientemente fuerte para seguir viviendo. Así que por una vez decido tomar aquellas pastillas. Solo espero poder volver a encontrarnos. Lo siento.
Te amo, Taeyong.


–T."






El joven, con lágrimas cayendo por sus mejillas, dobló el papel; su última carta. La guardó en un cofre junto a las demás y luego lo dejó bajo su cama como siempre. Fue hasta la cocina, donde se sirvió un vaso de agua.

Regresó a su habitación, se reacomodó el suéter favorito de su novio y tras un profundo suspiro, abrió el frasco de pastillas, llevándose un puñado de estas a la boca. Tomó agua y con dificultad las tragó. Sonrió una última vez, ya que acabaría por fin con su tormento.

Antes de recostarse, besó la fotografía de Taeyong, su difunto amado. "Si tan solo hubiese estado con él cuando ocurrió ese maldito accidente..." pensó Chittaphon mientras sentía como los medicamentos hacían efecto.

Se acostó, abrazando la almohada que tantas noches lo había acompañado, siendo empadada por sus llantos cargados de dolor. Poco a poco comenzó a quedarse dormido y antes de que se diera cuenta, cayó en un profundo sueño tal cual bella durmiente. La diferencia es que ningún príncipe lo despertaría con un beso. Su príncipe lo esperaba en algún lugar, uno donde serían felices eternamente. Y con una pequeña mueca en su rostro, lo más cercana a una sonrisa, el corazón de aquel muchacho dejó de latir.

I'm Sorry // TaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora