cuarenta y cinco

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Al día siguiente, estaba decidida: le hablaría a mi crush de todos los tiempos. Aka Gwil.

Y es que, por más que me costara admitirlo, sabía que comenzó a dejar de ser un crush cuando comenzamos a hablar por mensajes, cuando comenzó a responder mis notas. Sabía que esto era algo más.

Fue en el segundo receso del día, que todo sucedió.

Gwil estaba sentado en un banco de la cafetería, la cual estaba inusualmente solitaria, pues la mayoría de los estudiantes estaban en una conferencia a esa hora. Yo había decidido que no iría, y así se lo hice saber a él, para que así me esperara ahí.

Me acerqué silenciosamente. Él no notó mi presencia, lo que supuestamente me daría tiempo para pensar qué carajos le iba a decir, como iba a evitar soltar un completo vómito verbal.

¡Ah! Pero no tuve en cuenta lo que su mirada causaba cuando se posaba en mí. Todo lo poco que había planeado se fue a la mismísima mierda.

—Carajo —murmuré. Se levantó y cortó un poco la distancia que había entre nosotros. Tuve que levantar la mirada para observarlo—. Joder, eres demasiado alto. Deberías sentarte. Sí, vamos, sentemonos.

Me senté, y palmee el espacio que había a mi lado. Se sentó y en su rostro apareció una sonrisa, mientras apoyaba el mentón en su mano. Maldita sonrisa.

No sé que pasó por mi mente en aquél momento, pero entendí mi mano hacia él para estrecharla con la suya, lo cual hizo gustoso.

—Soy Khali Johnson, un placer conocerte... —dejé la oración en el aire para que contestara.

—Gwilym. Gwilym Lee.

Me contagió su sonrisa, la cual parecía que nunca iba a desaparecer. O tal vez era yo que quería eso.

—Me gusta como te ves con lentes. Te ves como un cerebrito —solté. El río suavemente, aún con la posición que tomó al sentarse. Dios, que tierno se veía.

—A mí me gusta tu piercing.

—También me gusta tu barba, aunque creo que eso lo sabías —asiente—. Te ves mayor, pero atractivo.

—¿Me estás diciendo viejo? —preguntó en un intento de sonar ofendido, lo cual me hizo reír—. ¿Pasaré nuestra primera conversación escuchandote decir cosas sobre mí? Porque no me importa, en serio —puse mis ojos en blanco, divertida—. Pero deberías hablarme de ti.

Así fue como dimos comienzo a la primera conversación que tuvimos. La primera de muchas. Nos conocimos un poco más, sin duda más de lo que ya nos conocíamos, que era poco.

Y me enamoré un poquito de él.










Tengo tres cosas que decir:
1. Khali en multimedia.
2. Estoy escribiendo un fanfic de el amor de mi vida, aka Joe. Estaré informando como va eso, aunque probablemente publicaré el primer capítulo muy pronto.
3. Perdón si salen guiones cortos.

talk to me; g.leeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora