Ritual Union

True love

Una mentira es difícil de mantener.

Dicen, que si se repite esta mentira, terminará convirtiéndose en realidad. No deseo eso... yo, nunca desearía vivir en una farsa, con un amor falso, con una vida que jamás quise. No quiero que la mentira de que aquello me hará feliz se haga realidad.

Era un día inoportuno para dar un paso atrás y huir. La ceremonia de boda estaba casi por comenzar, realmente no había tenido el valor para negarme rotundamente desde que mi padre ofreció mi mano a la familia Todoroki para vivir en prosperidad. Todoroki Shōto era un joven atento, un poco drástico respecto a sus ideales, pero era bueno. El señor Todoroki Enji era el problema más grande, era un señor millonario con muchas propiedades y terrenos, pero egocéntrico y malhumorado. Mi familia, por otro lado, era muy humilde, mi madre era costurera y mi padre un campesino. ¿Cómo llegamos a ese acuerdo? Todoroki Shōto me conoció por accidente, cuando iba por el pueblo y sin querer choqué con él. Según dice, fue amor a primera vista.

Desde el primer momento solo lo vi como un amigo, un conocido más que podría ser bueno para encontrarse por ahí y solo saludar. ¿Cómo iba a saber yo que haría lo posible por tenerme? Un niño rico y mimado, eso creía que era, pero realmente peleó con su padre para convencerlo, y su padre no tuvo siquiera que repetir las cosas cuando mi padre aceptó la propuesta como si se hubiese ganado la lotería.

Ser mujer me tenía encasillada, la ceremonia me tenía en problemas. Tenía que hacer algo, tenía que ser libre como yo deseaba serlo. Esto, Todoroki, no era amor, y nunca lo sería.

Mi rostro estuvo cabizbajo durante todo el proceso, pero jamás dije nada para detenerlos. Se veían felices, mi padre podría usar nuevas tierras para su negocio, y mi madre parecía enamorada de la idea de ver a su hija casada. No podía decirles que no y verlos desilusionarse. Este tipo de cosas no se discuten, no soy ni seré la primer mujer que obligan a casarse por el bien de toda una familia.

Mi madre, sin embargo, en último momento me miró, y supo que algo no estaba bien.

-¿Querida? -dijo en voz baja, detrás de mí. Yo estaba frente al espejo, mirando mis manos, usando un enorme vestido blanco-. ¿Tienes algo que decirme? -su preguntar fue serio, pero preocupado.

Asentí, sin poder resistirme más. Probablemente ellos siempre creyeron que yo había caído por Todoroki, cualquier chica lo haría. Probablemente sería una estupidez para mi madre revelarle todo lo que siento en último momento, y me obligaría a rendirme por no haber hecho nada antes, por dejar que las cosas avanzaran hasta este punto.

-Yo... no quiero casarme con Todoroki -susurré, sin poder levantar los ojos.

Ella solo suspiró, y puso una mano en mi hombro.

-Sé que es difícil, querida -dicho esto, me obligó a mirarla directo a los ojos-, pero Izuku, tienes que saber ser fuerte y buscar tu propia felicidad.

Abrí los ojos sorprendida. Sentí, como si de un empujoncito se tratara, que ahora podía hacer lo que yo quisiera. Sonaba drástico, sí, pero me hacía sentir esperanza. Sería una locura, sí, pero valía la pena con tal de vivir mi vida en completa libertad.

-Mamá... -solté un par de lágrimas, ella tomó mi mejilla y me besó en la frente.

-Si yo hubiese tenido la misma suerte que tú, habría corrido lejos de mi vida. Si hubiese tenido la oportunidad, habría sido libre de decidir lo que quería. Pero... ahora te tengo a ti, y quiero que seas feliz como yo lo añoré en algún tiempo.

Sus palabras no me desanimaron en absoluto. Puede que yo haya sido el resultado de un matrimonio forzado, pero, ella se encargaría de cumplir su sueño por medio de mí. Sonreí, borrando todo rastro de miedo y tristeza en mi mirada, y le agradecí con otro beso. Ahora tenía el valor, ahora sabía que la tenía a ella y a su ilusión.