Capítulo 8
Y luego me encontré caminando por los pasillos del Centro Comercial, con su brazo pasado por mi hombro y su mano acariciándomelo.
- ¿Qué te cuentas ____? Hace uff que no hablamos - dijo Ian que estaba a mi otro costado.
- Pues... nada demasiado interesante. ¿Y tú? ¿Qué tal te a tratado la vida? Lo último que oí de tí es que terminaste con Sheryl el mes pasado.
- Si, bueno... ya había pasado mucho tiempo.
- ¿Cuánto? ¿Dos semanas? ¿Tres?
- Tres y media - Ian tenía una regla de no estar con chicas, más de un mes.
Antes, yo estaba muy enamorada de él. Y creía que también le gustaba... era muy tierno, pero mis ilusiones se cayeron al inframundo cuando el mismo día que había decidido decirle mis sentimientos lo encontré besándose con otra.
- Te superaste.
- Si... pero no quería hacerle demasiadas ilusiones. Por que luego se ponen a llorar y sabes que no puedo con el llanto.
- Tu única debilidad - le dije y sentí como Luhan apretaba su mano en mi hombro. Lo miré por el rabillo de mi ojo y vi que tenía su vista fija al frente.
- Llegamos - dijo Sofía dando saltitos y caminando de espaldas. Se volteó y volvió a dar saltitos -. Qué tal si vemos... ¡Eclipse!
- Sofí, la has visto como 50 veces - dijo Jessica - ¿Acaso no te cansas?
- Nunca me cansaré de ver a Jacob sin camisa... es que es tan... aaaah.
- Da igual.
- ¿Entonces eclipse? Anda siiiiii... - dijo Sofía poniendo su mejor carita de perro.
- Pero... ¿Ustedes quieren ver Eclipse? - preguntó Jessica a nosotros, solo desvié la mirada y me encogí de hombros; el resto hizo lo mismo - Ya qué...
- ¡Genial! Ahora Ian, Jas, Christian y... _____ vayan a comprar las golosinas, mientras que Luhan, Jessy, Ryan, Courtney y yo vamos por las entradas - pude notar claramente que lo hizo a propósito para alejarme de Luhan y pasar tiempo con él, y por extraño que suene: me molestó.
Luhan sacó su brazo de mi hombro, se puso cara a cara conmigo, me dio un beso en la frente.
- No me tardo - me dijo y me tomó de la barbilla sonriéndome. Asentí con la cabeza y esbocé una pequeña sonrisa, parpadeó y Sofía lo jalo del brazo. Se separó de mí, me sonrió y se fue.
- ____ vamos - dijo Ian. Lo miré y lo seguí.
Llegamos hasta la tienda de dulces, busque en mis bolsillos y... uff, traía una de las tarjetas de crédito en el bolsillo de atrás. Pero no se las mostraría, no al menos ahora, porque si no quisieran que les pagara todo y NAH no haré eso.
- Ian, ahora vengo.
- ¿A dónde vas?
- Tengo que hacer algo, no me tardo.
- Ya.
Caminé un poco, si mal no recuerdo los cajeros están... aquí. Me acerque al que tenía el nombre de mi cuenta corriente, retiré un poco de dinero y saqué la boletita. Wow, mi papá me había dejado más dinero de lo habitual. ¿O era que yo no gastaba casi nada? Para ser sincera, lo que gasto en la casa y en comer con las justas llega a los 100 dólares por mes, y eso. Y en lo que concierne al colegio, mi papá lo paga, me inscribe todos los años y el paga las mensualidades, luego me manda un sobre con mis clases y los materiales de escuela. Pero fuera de eso, no gasto en nada más. Es raro. Una chica de mi edad se gastaría todo en tan solo una semana. Pero que va...
Llegué donde los dulces y todavía estaban los chicos allí.
- ¿Aún no han comprado nada? - le pregunté a Ian.
- No es que no nos decidimos.
- Que flojera me dan. Miren, compremos 4 combos dos, que vienen dos gaseosas y pop corn grande. Y también algunos chocolates de M&M, y ya está.
- Si pero eso sería para cuatro, y nosotros somos 9 - dijo Christian.
- ¿Quien dice que yo quiero algo? - le dije.
- Ah... ok.
Le dimos el dinero a Jazmines y junto con Christian fueron por los pedidos. Dejándonos a mí y a Ian solos, que lindos. Miraba mis manos, tratando que el tiempo pasara rápido para no tener que estar en ese silencio tan incomodo con Ian, o de otro modo, que vinieran ya los chicos con las entradas.
- Ah... ____ ¿Tú y Luhan...?
- ¿Somos novios? - completé su oración, el asintió - No.
- ¿Entonces porque tan...?
- ¿Pegados? - asintió otra vez -. Supongo que él es así.
- Oh... ya veo. ¿Qué paso contigo hace tiempo? ¿Por qué dejaste de hablarnos?
- Nada demasiado especial, solo me di cuenta que me gustaba estar más tiempo sola que acompañada - dije mirando la frente.
- ¿Y ahora ya no?
- No he dicho eso. Aún no me gusta demasiado la compañía.
- ¿Ni siquiera yo? - dijo, era obvio que estaba tratando de ligarme. Lo miré.
- Ni siquiera tú - aparte la mirada para fijarla nuevamente al frente.
- Que lastima. Quizás ahora ya estaría interesado en ti, y durarías más de un mes - reí por lo bajo. Maldición.
- Eso no lo creo... - susurré.
- ¡Chicos! - gritó Sofía, los dos volteamos y ella se acercaba con el resto a sus costados.
