Capítulo 2: Kamasutra

6 0 0
                                    

Duncan


Desesperado. Así es como me siento. Impaciente, probablemente. Al borde de la desesperación, tal vez. Podría seguir describiendo mi estado actual pero perdería el tiempo y prefiero no perder nada. Un imperio no aparece de la nada así como así y perdiendo cosas o en este caso el tiempo acabaría por ser me improductivo y nada beneficioso. 

Desesperado como estoy decido mover ligeramente mi brazo con el objetivo de averiguar si ha entrado o se ha acobardado. Rezaría si creyera en algo para que no lo hubiera hecho pero en el fondo a quien quiero engañar adoraría corromperla y hacerla caer al Infierno. Levanto ligeramente la cabeza, percibo un movimiento y un carraspeo. Está aquí, bonita decisión. Llevo demasiado tiempo esperando un divertimento como este, esta es mi oportunidad. Esta nerviosa, atacada pero me alentaría a decir que está igual de excitada. Hoy vas a ser mía nena y no te vas a arrepentir. Por fin se atreve a hablar.

- Lolo....siento. No era mi intención entrar. No sabía.......Creo que mejor me marcho, lo siento.

Me levanto de la cama como un resorte cuando veo que ha decidido huir, pero la elección ya está hecha. No pienso permitirle huir. No, hoy no. La agarro del brazo y la miro a los ojos. Bonitos ojos por cierto, cada vez se me asemeja más hermosa de lo que la vi hace unos instantes. Necesito capacidad de convicción, siempre la he tenido pero algo me dice que no será fácil.

-Espera. Has decidido entrar por voluntad propia, a pesar del propio cartel. ¿O qué creías que ibas a encontrar aquí? Ahora no puedes marcharte y me atrevería a decir a que no deseas marcharte, por algo has venido hasta aquí. Y yo puedo dártelo.

- No sé de que me hablas. Vine buscando simplemente un lugar al que huir, me sentía muy agobiada, como se notará este no es mi mundo y menos el circulo en el que me muevo. Creía que sería de una manera totalmente distinta así que sin duda la opción de huir me parece más factible que quedarme aquí. 

-Eso es lo que te dices a ti misma para convencerte de que lo que realmente sientes no es miedo ni cobardía. Para olvidar el hecho de que podrías haberte liberado de tus cadenas y sentirte libre y no encorsetada como siempre andas. Olvidarte de que eres una mujer bonita oculta bajo el miedo y las inseguridades, olvidarte de tu naturaleza salvaje por los convencionalismos de esta sociedad, olvidarte de que sientes, olvidarte de que eres un ser sexual como yo mismo, olvidarte de lo que realmente viniste buscando aquí... Esa es la escusa bajo la que ocultas todo lo         demás.-Conforme digo esas palabras veo como le cambia la cara, se acaba de enfadar y tengo curiosidad de como reaccionará.

Se suelta de mi agarre de mala manera y me encara mirandome con furia a la vez que me apunta con el dedo. Empieza a hablar y me deja clavado en el sitio, menuda mujer:

-Tú, no tienes ni puta idea de lo que pienso o siento. No me conoces, por el amor de dios. Eres un puto tío con un ego y un complejo de superioridad más grande que su polla. No puedes andar dandome lecciones morales ni de pitoniso. No sabes una mierda de mi. No tienes ni puta idea de lo que soy, de quien soy, de lo que escondo o de lo que sé. Yo no soy nadie para ti y a la inversa. Así que nene piensa antes de decir las cosas cuando no sabes nada. Sabes sime da la gana irme me voy, ni tú ni nadie me lo va a impedir.

Sonrio ligeramente porque esto, es lo que he estado buscando durante todo este tiempo, una mujer con chispa, caracter que no se deje amedrentar por nadie, ni si quiera por mi.  

- Nena, dilo. Lo estas deseando. Arriesgate. Dejate llevar, sabes tan bien como yo que te puedo dar lo que necesitas. 

- Permiteme que lo dude. Una herramienta no hace al maestro, el maestro hace a la herramienta y apostaría que eres el tipico machito con un ego más desmesurado que su propio coeficiente intelectual. Aparte que muy probablemente me dejes insatisfecha.

Sin without fearWhere stories live. Discover now