Nervous ↯ JaeSung

Dos

Jaemin caminaba lentamente con dirección al instituto. Le molestaba tanto tener que levantarse temprano, pero tenía una razón, y esa razón era nada más y nada menos que Jisung Park.

Sabía que el menor siempre llegaba temprano, por lo que tenía la ligera esperanza de encontrarselo en el camino.

El chico estaba tan perdido en sus pensamientos, que no sintió los pasos corriendo tras él.

- ¡Hyung! - escuchó un pequeño grito. Al escuchar esa voz, su corazón comenzó a latir con fuerza, y ese ya muy conocido tono rojizo se apoderó de sus mejillas.

No podía creer lo que solo su voz provocaba en él.

- H-hola... - sonrió con nerviosismo al tener al chico a su lado.

- Jaemin hyung, nunca te había visto caminar temprano al instituto. - rió levemente. - Es raro.

- S-si, muy raro. - rascó su nuca mientras reía levemente. - Por alguna extraña razón, hoy quise llegar temprano. - mentira, solo quería caminar junto a él hasta el instituto, lo cual había logrado.

- Cielos, ¿qué le hiciste a Na Jaemin? - se rió fuertemente golpeando levemente al mayor.

- Yah. - le miró sonriente y le devolvió el golpe.

- ¡Hyung! - se quejó mientras reía. - Me alegra haberte encontrado en el camino, usualmente mis mañanas son aburridas, pero contigo todo es mejor. - sonrió mirando sus pies.

Ahí estaba de nuevo.

Sentía que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento, y le rogaba a Dios que Jisung no lograra escuchar sus latidos.

- Mis mañanas también son mejores contigo, Ji. - sonrió levemente.

- ¡Oh! Tuve una gran idea. - dijo Jisung sonriendo traviesamente.

- ¿Qué tramas, Park? - le miró entre cerrando los ojos.

- ¿Qué te parece si... - se acercó al mayor. - ...nos saltamos las primeras clases y vamos a la sala de juegos? - propuso sonriente.

- J-Jisung, no creo que sea lo mejor... - comenzó a decir, dudando un poco ante aquella propuesta.

- ¡Anda, hyung, será divertido! - dejó de caminar y comenzó a hacer un ligero puchero. - ¿Por favor? - pidió abultando levemente su labio inferior.

Jaemin miró sus labios, y de inmediato retiró su mirada de ellos.

Suspiró.

- Está bien, vamos. - el menor comenzó a celebrar.

- ¡Vamos, hyung, te ganaré en las canastas! - tomó el brazo del mayor y comenzó a correr en dirección opuesta al instituto.

'¿Tanto poder tiene Park Jisung sobre mi? '