Je dors sur des roses

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Miércoles 4 de abril, 2001

Aquellas palabras pronunciadas por uno de sus colegas dejaron un mal sabor en la boca de Harry. Su estómago se retorció y un extraño sentimiento se adueñó de su mente y cuerpo.

La mañana de aquel miércoles habían encontrado un cadáver en una de las habitaciones de un hotel de lujo en París. No habían rastros de violencia ejercida por terceros y las pertenencias de la víctima estaban intactas, no se habían llevado nada.
El único detalle que había alertado a la policía mágica fue el supuesto uso de un Avada Kedavra, pero el fallecido no presentaba indicios de haber sido atacado por este hechizo.

El rubio fue encontrado en su cama, en una extraña posición, con su níveo semblante en calma, tan tranquilo y sereno como si estuviera estado rezando. Como si hubiera estado deseando desde hacía rato que aquel momento llegara. A su lado descansaba una rosa roja, casi marchita, tan hermosa como el joven en cuestión.

Esas eran las pistas que le habían pasado a Harry, quien ni bien se enteró de lo sucedido pidió ser trasladado a la escena para verlo con sus propios ojos. Porque simplemente no lo creía.

No podía ser.

Draco no podía.

No debía estar muerto.

No cuando él veló tanto por su libertad luego de la guerra, garantizándole una vida nueva, una segunda oportunidad de seguir adelante.

No cuando por fin había aceptado que poseía ciertos sentimientos hacia el más joven de los Malfoy y deseaba estar con él para intentar alivianar su misteriosa enfermedad, de la cual se había enterado apenas unas horas antes.

O bueno, deseó. Ya no había nada que hacer.

~🌹~

Comenzamos re mal, jajaja

Los personajes y la música no me pertenecen, amores.

El capítulo relleno de Perhaps me quedó tan para la mierda que me da vergüenza publicarlo, perdón por fallarles de nuevo.
Es como la sexta vez que lo reescribo pero sigue sin convencerme.

¡Disfruten y si lloran no es mi culpa, alguien debe estar pelando cebollas al lado de ustedes~!