Era un idiota, un verdadero estúpido. No merecía tener a un sol como SeokJin.
Pateo una piedra con furia, la cual voló lejos hasta rebotar con una pared.
¿Por qué tenía que cagarla tanto? Todo por unos tontos celos. Los celos lo habían cegado, ver a su pequeño con su amigo, tan feliz, sonriente de oreja a oreja mientras le abrazaba... Lo había vuelto loco. Ahora, SeokJin probablemente no lo quería ver más, le había tratado horrible, y se sintió aún más mierda cuando a la salida lo vio con los ojos rojos e hinchados, caminado con la cabeza gacha y la mirada perdida.
Debía de hablar con el castaño para arreglar las cosas. Le había mandado múltiples mensajes, pero ninguno le contesto.
Iría a su casa para hablar, sólo esperaba no haberla cagado del todo y que su pequeño ángel le perdonara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
