Llegué al hospital siquiatrico como un pollito, no entendía nada, pensaba que sería como lo muestran en películas o series, en parte esto tuvo cosas buenas y malas, conocí mucha gente, con distintas experiencias, distintos dolores y distintas realidades.
Me sanó de cierta manera estar ahí con esas personas, llegaron a ser como una familia para mi (yo era el menor) la persona mayor que yo se llevaba por 2 años, tenia 17 años.
Ese internado me cambió como persona, decidí que no quería que las personas sufrieran más, asi que cambié mi mentalidad y enfoques para cumplir lo que deseaba...
Pero no todo puede ser bueno ¿verdad?
El estar encerrado en 4 paredes me produjo traumas que perduran en mi hasta el día de hoy, el no poder ver a la sociedad por 2 semanas me trajo como consecuencia una especie de dificultad para relacionarme, yo antes podía llegar y hacer amigxs como si nada, después de esto, me costaba adaptarme, me costaba ser yo mismo, después del internado vino lo que se le llama, la calma antes de la tormenta.
