World of the dead <<YoonMin>>

Introducción.

Park JiMin, era un chico descendiente de una familia bastante adinerada y llena de lujos hasta la repentina muerte de su padre Park MinHo, teniendo su hijo tan solo ocho años de edad. Trás la muerte de su esposo Park SuNi entró en una depresión enorme causando que gastara en demasía su dinero para embriagarse con los mejores vinos tratando así de sobre llevar la muerte de su esposo.

La mujer que antes se veía radiante, feliz y llena de vida, se transformó en alguien depresivo, triste y más agresiva, sobre todo con su pequeño.

El pequeño JiMin sufría de violencia de parte de su madre desde meses despues de la muerte de su padre, durante cinco años soportó los golpes y agresiones tanto fisicas como emocionales, de parte de su madre un día un angel llego a salvar su triste vida. ¿Su nombre?.

Min YoonGi de veinticinco años de edad, era un empleado recién llegado a la casa de los Park, al ver como la señora Park maltrataba a su hijo no pudo quedarse de brazos cruzados y fue al rescate del pequeño que suplicaba por ayuda.

"--¡Señora Park! ¡Detengase por favor!-- habló YoonGi mientras tomaba los brazos de la señora para que así dejara de lastimar al pequeño.

--¡Dejame, maldito insolente!-- gritó la señora, claramente alcoholizada --¡¿Quién te crees que eres para meterte en mis problemas, eh?!-- al soltarse, la señora Park le dió una cachetada tan fuerte que hizo voltear el rostro del pálido joven que anteriormente la sostenía.

YoonGi volteó la cara y la miró con una expresión tan sombría que hizo que las rodillas de la mujer temblaran, ignorandola y a paso rápido llego junto al pequeño niño de trece años que se encontraba llorando en el suelo en posición fetal. Le dolió, le dolió mucho pensar en todo lo que ese niño pudo haber pasado durante tanto tiempo, según lo que las sirvientas le habían contado, desde que su padre murió. Intentó acercarse pero el menor se alejó casi tan rapido como un rayo.

--Y-ya no más, porfavor-- pidió en un hilo de voz mientras mantenia sus ojitos fuertemente cerrados. El corazón de YoonGi no podía sentirse más destrozado.

--No te preocupes, pequeño. No te haré daño ¿de acuerdo?-- lentamente y con cuidado de no lastimar al menor, lo cargó y lo llevó a la habitación de este bajo la atenta mirada de la señora Park.

(...)

Durante el camino a la habitación el pequeño castaño se aferro a su cuello con temor y soltaba pequeños sollozos hasta que se quedó dormido entre los brazos del mayor.

Al entrar ya a la habitación del castaño lo recostó en la cama y fue ahí donde pudo ver su lástimado cuerpo. Muchas manchas violetas y rojas, además de algunas cortadas en sus abultadas mejillas.

--Oh, JiMin...-- hizo una mueca y tocó con extremo cuidado su mejilla donde había un notable rastro de lágrimas secas --¿que te han hecho, pequeño?.

Vió como JiMin empezaba a removerse dando a entender que estaba por despertar.
Esa fué la primera vez que JiMin lo vió, a su salvador, al ángel que lo salvo de los golpes de su madre, era bastante atractivo a los ojos de JiMin. Sus ojos gatunos, sus rosados labios, ese cabello negro que contrastaba con su pálida piel.

--Despertaste-- dijo con una sonrisa el hombre aún desconocido para JiMin.

--¿Q-quién es usted?-- preguntó mientras se encogiá en su lugar.

--Oh, lo siento, no me he presentado. Me llamo Min YoonGi, soy un nuevo empleado en tu casa-- JiMin asintió tímido, intentó sentarse pero su adolorido cuerpo se lo impidió --no te muevas, te harás daño.-- dijo mientras se levantaba --quedate aquí, ya vuelvo.

Ese día YoonGi se dedicó a cuidar y curar las heridas de JiMin"

YoonGi se ganó la confianza de JiMin al poco tiempo despúes de haberlo conocido, la diferencia de edad nunca fue problema a JiMin le gustaba bastante la idea de tener un hyung.

Los años pasaron y durante ese tiempo YoonGi siempre defendió a su pequeño Jiminnie -como le decía desde hace un corto tiempo atrás- e inclusive hizo que dejara de temer a su madre, pero no que le perdiera el respeto. JiMin a sus dieciséis años ya no era más el pequeño, triste e indefenso niño que alguna vez cuidó, ahora era un adorable adolescente de mofletes abultados, tierna sonrisa y ojos llenos de vida.

Pero no todo es color de rosa. Exactamente seis meses despúes de que JiMin cumpliera sus diecisiete años, YoonGi murió por causas no determinadas. La noticia le cayó como un balde de agua fría a JiMin, tan solo pensar que no volvería a ver a su hyung, no volvería a abrazarlo, no volvería a escucharlo animarle cuando estuviera triste o decirle un simple "nos vemos luego, Jiminnie" le rompía el corazón de mil maneras distintas.

(...)

Seis años pasaron desde la muerte de Min YoonGi, durante ese tiempo JiMin solía ir casi todas las semanas a visitar la tumba de su hyung al cementerio de la ciudad en la que vivía -que en realidad parecia más un pequeño pueblo- todo el tiempo le llevaba flores y se sentaba a hablarle a la lápida sobre como iban las cosas en su vida. ¿Se sintió estúpido? Si, más de una vez. Pero era algo imposible de evitar, le gustaba hablarle, sentía que YoonGi podía escucharle, y de alguna manera así era...

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faltas ortográficas serán corregidas despúes :v