Capítulo 10.

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|Adoptada|
»Capítulo 10«

Al otro día me desperté al sentir que alguien me acariciaba la pierna. Me di vuelta lentamente, algo asustada, pero al ver a Justin me dio rabia. Me senté ágilmente en mi cama y aparte su mano rápida y brucamente. ¿Qué se creía este infeliz?

-¿Qué crees que haces?
-Uhm... ¿Acariciarte la pierna? -dijo levantando una ceja, como si fuera obvio.
-Uh, sí, me equivoqué de pregunta. Vale, ahora sí. ¿Por qué crees que estás haciendo eso? ¿Por qué te crees con el derecho de hacer eso?
-Uhm... No lo sé, me gusta -dijo al tiempo que sonreía. De verdad, me volvía loca. No sé cómo lo soporto aún y no lo he lanzado de la escalera.
-Pues a mi no me gusta para nada. Quiero que te alejes de mi de una buena vez y que no te vuelvas a acer... -me interrumpió con un dulce beso en los labios. ¿Dulce? ¿Enserio? Vaya.

Lo miré con los ojos bien abiertos. Aún estaba procesando lo que acababa de pasar. Está vez no fue furia ni enojo lo que sentí, sino todo lo contrario. Creo que esta vez incluso me había gustado un poco. ¿Qué diablos estoy diciendo? Esto no podía estar pasando. Me limité a mirarlo, y luego de un largo rato reaccioné.

-¿Qué-qué fue eso? -dije nerviosa-. Osea, ¿por qué? ¿qué...? -suspiré. No podía terminar la oración ni hablar de corrido. Estaba en shock. Estaba nerviosa.
-Uhm... ¿te gustó? -preguntó tímido.
-Mh... s-no. No, claro que no -dije hablando algo mas de corrido.
-¿Segura? -me dijo con picardía.
-Nunca en mi vida había estado tan segura de algo -mentí descaradamente.
-Uhm... Bueno -dijo mirando la cama -Adiós. Nos vemos en el desayuno -dijo yéndose. ¿De verdad era capaz de hacer esto? Diablos, ¿quién se creía él?-. Por cierto, linda foto con Usher -me dijo antes de cerrar la puerta tras él.

Luego de que se fue me quedé recostada un rato más, pensando. Eso había sido muy raro... y lindo a la vez. No podía creer que esté diciendo esto, aunque sea en mi mente.

Me fui a bañar para relajarme y deshacerme de mis estúpidas ideas. Al salir, me vestí con una polera color salmón que me dejaba al descubierto el hombro y una parte del estómago, unos hermosos shorts de jeans, unas chalas con taco verde agua y dejé mi cabello suelto.

Luego bajé a desayunar, encontrándome con Justin quien me miró de cabeza a pies. Así es, de arriba a abajo, y cuando me vio con esos zapato me miró con cara de reproche.

-Otra vez con zapatos altos -me dijo negando con la cabeza.
-¿Acaso te molesta?
-Pues, si, un poco, la verdad. Porque te hacen doler los pies.
-El otro día fue porque caminé bastante. Nunca me pasan estas cosas -le mentí. ¿Se me estaba haciendo costumbre hacerlo?
-Como digas, pero quiero que sepas que esta vez no masajearé tus pies.
-Nadie te pidió que lo hicieras. Ni ahora, ni la primera vez que lo hiciste -me limité a responderle.
-Lo hice por cortesía.
-Claro, como digas. Ahora lo llaman cortesía -dije sacando un plato hondo y sirviéndome cereal en él.
-Siempre se ha llamado así. No entiendo a donde quieres llegar.
-Como digas -dije encogiéndome de hombros y echándole leche al plato.

Justin solo me miraba, apoyado en el mesón de la cocina. Yo me senté y el se sentó al lado mio. Yo comencé a comer, sin darle importancia, pero de pronto sentí que alguien me observaba, y mucho. Obviamente era Justin, que no me despegaba la vista. Deje de comer y alcé la vista.

-¿Qué tanto me ves? -dije molesta-. ¿Tengo algo en la cara?
-No, sólo que eres hermosa.
-Basta con eso, Bieber. ¿No lo puedes entender? Somos HERMANASTROS, y nada puede cambiarlo.
-Pero no compartimos la sangre -dijo acercándose a mi, a tal punto que podía sentir su respiración chocar contra mis labios-. Nada es ilegal, todo se vale -intentó darme un beso, pero lo esquivé hábilmente.
-¿Qué mierda haces? ¿No se te ocurrió que alguien nos podía ver? Esto no acabará bien, te lo advierto. Y no, no todo se vale. Yo nunca estaría contigo por el simple hecho de que eres mi hermano. Ya sea de sangre o no, lo eres y punto.
-Vale -dijo alejándose-. Igual sé que te encantaron mis besos -dijo con algo de egocentrismo.
-Já, en tus sueños... si es que eso es posible -dije rodando mis ojos, molesta.
-Aunque lo niegues se nota en tu hermosa cara, y en esos brillantes ojos que tienes -dijo alzándome la cara con la mano por el mentón.

Miré a Justin furiosa. Junte mis labios en una sola línea. Estaba que echaba humo por las orejas. Golpeé mi pie contra el piso, me volteé y me fui rápidamente. Estaba muy enojada. Con él y conmigo. ¿Acaso intentaba controlarme? ¿Quería jugar con mi mente? Pues no le resultaría. No conmigo. Era un idiota.

Adoptada [Justin Bieber & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora