Cap. 12

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Emily

La semana transcurrió como en un abrir y cerrar de ojos, hoy era jueves, había hablado con mamá sobre ir al baile con Nathan y ella dijo que sería una buena idea.

No soy como las chicas que aman el maquillaje, los vestidos o tacones pero mamá no me dejaría ir en pantalón y tennis, así que subí a mi habitación y busqué en mi closet algún vestido, pero por desgracia los que tenía eran de hace años, cuando estaba en preparatoria o secundaria.

- Mamá no tengo ni un vestido en mi closet, los únicos que tengo ya no me quedan, creo que tendré que ir con pantalón - sonreí triunfante porque no tendría que usar vestido.-

- En ese caso tendrás que comprar uno - ella también sonrió.-

- ¿Tú irás conmigo? - pregunté, no puedo ir sola o no sabría que hacer en las tiendas.-

- Lo siento cariño, tengo mucho trabajo, me encantaría acompañarte pero no puedo dejar de trabajar.

- Comprendo - dije algo triste.-

- ¿Por qué no llevas a Tara contigo? - preguntó.-

Tara es mi vecina, es mayor que yo ella tiene 22, pero desde que mi mamá y yo nos mudamos aquí cuando yo tenía 6 años, Tara y yo nos hemos llevado muy bien.

- No es una mala idea, le preguntaré.

- Entonces te dejaré el dinero y espero que consigas un lindo vestido - me dio el dinero suficiente para comprar el vestido y otras cosas que pudiera necesitar.- Nos vemos luego - se despidió y besó mi frente.-

Fui a la casa de Tara y toqué el timbre, y su mamá abrió la puerta. 

- Buenas tardes señora Thompson, ¿se encuentra Tara? - pregunté con una sonrisa.-

- Si, pasa le hablaré para que baje.

- Gracias - en un rato Tara bajó.-

- Hola Emily, ¿qué pasa?

- Me preguntaba si querías ir al centro comercial conmigo a comprar un vestido - di una pequeña sonrisa.-

- Espera ¿tú quieres un vestido?  - preguntó asombrada.- no lo creo Emily Evans se pondrá un vestido - rió.-

- No es que yo quiera, es por el baile del fin de semana.

- Sonrió - Está bien, te acompañaré.

- Te lo agradezco.

Fuimos al centro comercial, al llegar comenzó a buscar tiendas en las que hubiesen vestidos que pudieran gustarme.

Pasamos como una hora de tienda en tienda hasta que en una de ellas divisé un vestido que me enamoró, fuimos a la tienda y lo compramos.

Decidimos ir a comprar algo de comida, nos sentamos en una cafetería y ordenamos unos café y unos pastelillos.

- ¿Y quién será el afortunado con el que irás al baile? - preguntó dándole una mordida a su pastelillo.-

- ¿Por qué crees que iré con alguien? y mucho más con un chico.

- A ti no te gustan esas cosas, la única vez que has ido es cuando te rogué para que fuéramos, y pienso que es un chico, de lo contrario no irías.

- Me conoces bien - sonreí - iré con Nathan - al escucharlo casi se ahoga con su café.-

- ¿Ya son novios? - preguntó asombrada y feliz.-

- No, sigue siendo mi amigo.

- Se está tardando en decirte que le gustas - insinuó con una sonrisa.

- No le gusto, no digas eso - hablé apenada.

- Pero, ¿por qué te pidió ir con él? ¿Hay algo que no me has dicho? - preguntó enarcando una ceja.-

- Tendré que contarte todo, pero te advierto que es complicado.

Le conté desde el principio hasta ahora, ella me veía con diferentes expresiones, no sabía que me diría, cuando terminé de contarle se quedó callada por un momento hasta que por fin habló.

- No comprendo porque no le dices que te gusta - dijo sin expresión alguna.-

- Es el miedo a que me rechace, lo conozco de años y no quiero perderlo - bajé la mirada.-

- Hay veces en las que debes arriesgarte o no sabrás lo que la otra persona sienta, debes decirle y si te rechaza no es el indicado, hay muchos chicos que mueren por ti y es probable que aún no te has dado cuenta de eso - hizo una brebe pausa - pero por lo que me cuentas él siente algo por ti.-

- ¿Por qué lo dices? - pregunté confundida.-

- Dices que casi se besaron, la forma en que se comporta contigo, Emily no soy ciega, cada vez que está contigo es diferente, creo que tienes esperanzas.

En mi rostro se formó una sonrisa al pensar en que tengo una oportunidad con Nathan.

Ya debíamos irnos, hablábamos en el camino, incluso Tara se ofreció en ayudarme a arreglarme. En minutos llegamos a nuentras casas.

Mamá aún no llegaba del trabajo así que me senté en el sofá, pensaba en todo lo que he pasado junto a Nathan, los abrazos y pequeños momentos en los que nos hemos demostrado cariño, debo decirle ya no lo voy a callar, se lo diré en el baile creo que será un buen lugar, estoy decidida en hacerlo, ya no puedo más, llevo tantos años de estar enamorada de él y no le he dicho pero eso va a cambiar el sábado.
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CONTINUARÁ

Mi falsa relación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora