Linda muñeca

I: Conoce a la linda muñeca.

LOUIS:

Tomo una gran bocanada de aire y resoplo, estoy exhausto de tanto bailar y ya me pesan los párpados, aunque tengo marcada una gran sonrisa, eh estado sonriendo toda la noche como un imbécil, inclino mis labios al vaso de color rojo relleno de cerveza oscura y amarga y le doy un gran trago, y  disfruto la sensación de estar mareado y la casi nula visión en mis ojos. Emborracharse no es tan malo como dicen.
Suena una canción lenta, y descubro a un grupo de chicas altas en pequeños vestidos que muestran sus largas y sexys piernas me miran. Les doy la satisfacción de fijarme en ellas y responden volteando sonrojadas y cotilleando entre si. No dudo que se estén riendo de mi por ser el único chico que viene a una fiesta con una playera que dice "Inhale, Exhale. Listo.", a veces ni yo entiendo lo que uso.
Y... ¡wow! ¡wow! ¡WOW! De entre ellas sale la chicas más hermosa que pude a ver visto jamás, y no es solo el agudo efecto del alcohol, es que es simplemente preciosa. Sale del medio de su grupo de amigas y la visión es esplendorosa, me hace pasar saliva y alzar las cejas en un nanosegundo. Enserio amigo, la cara mejor elaborada que dios pudo a ver hecho, y su piel tan blanca como la porcelana, quisiera acariciarla. Y si algo puede resaltar aun más, son sus labios, rosas, dulces, besables...
-¿Vaya vista, eh?-Me grita Richie al oído sacandome de mi ensimismamiento. Y sus ojos verdes me están mirando con gracia.
-Eh,si, es muy linda-Comento, sonrojándome un poco.
-Y mira que viene hacia ti.-Voltea la mirada hacia el otro lado.
Y es cierto, camina hacia mi, con pasos largos, y pareciera como si su piel brillara con la luz. Como un ángel, uno glorioso y regocijando de su belleza, camina totalmente erguida y con la mirada en alto. Y en ella sus ojos avellana despliegan furia estremecedora, y tienen sensualidad de sobra.
Necesito darle un trago largo, muy largo, a mi cerveza para armarme de valor y poder hablarle.
-Hola-Me dice, con una tierna voz infantil y aguda. 
-¿Qué hay?-Digo, y me muerdo la mejilla por dentro, <no puedes decirle eso a una chica como ella-me regaño>
-¿Tienes cigarrillos?-Dice.
-Eh, si, si claro-Le paso un malboro y se lo enciendo acercándome a ella y aspirando su aroma a fresas.
-Tus ojos son muy azules-Suelta de repente.
Y tiene razón, mis ojos son de un azul oscuro, son comparados con mirar el mar en una noche estrellada.
-Eh... Si... A veces son más...
-Los odio-Me corta de repente.
Eso me sorprende, alzo las cejas y miro a otro lado, creo que no tengo oportunidad con ella. Quiero decir, siempre eh pensando que mis ojos son lo único interesante que tengo entre mi cabello negro normal, mi cuerpo normal, mi 1.70 normal y toda la normalidad que existe en mi. 
De pronto ella me exhala el humo del cigarro en mi oreja, siento cosquillas y ella suelta una risita. Me volteo a verla.
-Inhálalo-me ordena.
Vuelve a soplar el humo, esta vez directo a mi boca y yo lo absorbo dejándolo salir, wow. Esto es genial. Inclina sus labios para darme un beso, pero la detengo. ¿Qué hace?
-Espera, espera detente.-Le digo y pongo mis manos en sus brazos y la empujo un poco hacia atras.
-¿Qué sucede? ¿Tienes novia?-Dice con la boca abierta.
-No-.Me sonrojo
-¿Eres gay?-Dice ella, añadiendo disgusto a sus palabras.
-Tampoco-niego con la cabeza-no, no y no.
-¿Entonces?-Le da otra calada al cigarro y ladea la cabeza
-Simplemente, estoy un poco ebrio. No me gustaría besar a una chica tan maravillosa como tu así.
Pone los ojos blancos, y después me mira por unos minutos; me incomodo.
-Bueno, mi nombre es Sophie. 
Sophie, tierno, el nombre de una chica tierna, el nombre que una niña le pondría a su muñeca. Es una ironia, vaya que ella ya no tiene pinta de tierna. 
-El mio es Louis-Le tiendo la mano, y ella me ignora. 
-Veamos, Louis que no es gay y me quiere besar sobrio-Saca una pluma y me empieza a escribir un numero en mi brazo-Quizás puede que salgamos algún día.
La sorpresa me cae como una bomba, ¿enserio?
Se pone de pie, pero antes de que se vaya le digo.
-Eres muy, enserio muy, linda.
-Lo sé-dice con sequedad y vuelve con sus amigas-nos vemos después.
Y veo a la muñeca de porcelana Sophie, con sus largas botas de plataforma irse lejos de mi.