Adiós

2. Ocupada

Ryan

Abrí mis ojos de golpe dando a que Emma estaba en la ducha cantando como siempre, me levanté de la cama, tomé mi celular de la mesa de noche y bajé a la cocina.

-Hola papá –dijo Claire con su cabeza metida en el refrigerador -, ¿sabes a donde va mamá hoy?

-Creo que al psicólogo –dije sentándome en uno de los bancos y ella me miró intrigada -, Emma empezó a ir con Charlie un poco después de que te fuiste.

Miré mi celular y vi los mensajes que tenía, la mayoría era de mis clientes que me pedían los planos para la próxima semana pero había uno que me intereso.

“Necesito que vengas al café cerca de tu casa”

-Claire ¿qué haces? –dijo Emma bajando las escaleras y la miré por un largo tiempo.

-Busco... ya no importa –dijo cerrando la puerta del refrigerador -, papá dijo que ibas al psicólogo ¿por qué?

-No es nada, es solo que necesito un poco de ayuda para quitarme el estrés –me miró y sonreí -, buenos días.

-Una de tus amigas del colegio llamo y te dijo que fueras a su casa, creo que era... Kate.

-Oh cielos, ayer me pidió que fuera a verla –dijo Claire un poco estresada -. Creo que mejor me voy ahora o sino me mata, adiós mamá –le besó la mejilla -, te quiero papá.

Se fue y nos dejó solos.

-¿Vas a salir? –agarró un vaso y cogió un poco de café.

-Creo que iré a dar un paseo pero primero me bañaré –dije sin mirarla.

-Bien –tomó un poco de su café -, me quedaré en la oficina hasta tarde, tú y la chicas pueden pedir algo para comer si quieren.

-Pensé que hoy tenías día libre y que por eso irías al psicólogo.

-En realidad sí tengo libre pero necesito terminar unos planos y en la oficina tengo todo lo que necesito.

Terminó su café y agarró su bolso.

-Nos vemos –salió.

-Hasta luego –dije para mí.

Desayuné y luego corrí a la ducha, tenía que estar cuanto antes en café.

Emma

Llegué al consultorio de Charlie y su secretaria, Bonnie, estaba escribiendo algo en su laptop. La miré por un segundo y luego me hizo un gesto de que podía pasar, entré a la oficina y Charlie estaba en su sofá leyendo un libro.

-Pensé hoy no ibas a venir –dijo sin levantar la vista.

-Nunca he sido irresponsable –me senté en el sofá blanco junto a la ventana.

-Bueno empecemos con ¿qué te pasa? –tomó su libreta de la pequeña mesita a su izquierda.

-No lo sé pero desde que Claire llego he vuelto a tener pesadillas y he pensado más en mi madre.

-Quizá el tener toda tu familia reunida te haga pensar en cómo hubiese sido la anterior con tus padres y por eso la recuerdas.

-Creo que fue el hecho de darle la gargantilla a Claire el día de su cumpleaños –miré por la ventana los edificios.

-La que te dio tu madre ¿cierto?... –asentí -. ¿Te arrepientes de dársela?

Pensé en los pocos años que viví con mi madre y lo poco que compartimos, ahora todos esos recuerdos estaban resumidos en ese pequeño recuerdo que ella me dio el día que la abandonamos. No me arrepentía de dársela a Claire más bien estaba feliz porque ella fuera parte de esa tradición que ha estado mucho años en mi familia pero había una pequeña parte de mí que la quería devuelta, ya que era como tener una pequeña parte de mamá conmigo.