Día a día.

Parte 1

Hola, mi nombre es Bella, y soy de una pequeña ciudad que irán descubriendo con el paso de esta historia.

Empezaremos con un nublado día del mes de marzo, un día normal como cualquier otro... O al menos eso pensaba.

Desperté como siempre para ir a la escuela, hice la rutina diaria, aseo personal, desayuno, despedirme de mamá, papá, hermanos, tomar el autobús y es aquí cuando empieza a cambiar la rutina; tomé mi lugar de siempre en el último asiento al lado de la ventanilla, me gustaba observar el paisaje de la ciudad, la combinación de lo verde de los árboles con las casas, como la vida transcurre normal y rutinaria, hasta que de pronto alguien toma asiento a mi lado.

-Hola Bella- Me sonrió amplia mente Jordi- ¿Qué tal tu fin de semana?

-Hola Jordi-Le correspondí el saludo y la sonrisa-Rutinario como siempre lo sabes

Se preguntarán quien es el, pues les contare, es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón, su madre y la mía fueron grandes amigas, hasta el año pasado que lamentablemente falleció su madre por complicaciones de una enfermedad. Es bastante guapo en el sentido literal de la palabra, alto, bronceado, sonrisa linda, castaño con rulos, cuerpo atlético y para rematar capitán del equipo de béisbol.

Y aunque en nuestras familias siempre nos han querido como pareja creo que siempre hemos sido y seremos como hermanos realmente.

-Vamos el sábado a una fiesta, ¿Qué dices?, No puedes negarte me la debes y lo sabes- Me decía totalmente convencido con cierta arrogancia-

-Ya deja tu actitud de fuckboy que conmigo no funciona. Está bien iré contigo, pero con una condición- Conteste rápidamente antes de que pudiera negarse- Tienes que ir conmigo el domingo al lago para la reunión familiar.

-Perfecto, trato hecho- Me dio la mano en modo de cerrar el trato- De todas formas, mi padre ya me había dicho que iríamos.

- ¡Oye eso no es justo! – Le dije alzando la voz- Se cancela el trato, no iré a esa fiesta – Me enfurruñe cruzando mis brazos como niña pequeña.

- Bueno que te parece si tu me acompañas a la fiesta y yo te compro el almuerzo toda esta semana, ¿Sí? – Me decía con su carita de perrito- Vamos, prometo que me portare bien y te llevare a casa temprano.