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- ¿Está listo? - Donghyuk jugaba con sus manos antes de abrir la puerta del nuevo cuarto de juego de los chicos.

A pesar de que ambos habían dicho que era innecesario, Irene les dijo que la dejaron hacerlo para ver a sus nietos felices antes de morir.
Juego sucio.
Ella estaba más viva que todos ellos juntos.

- Claro que no. - bufó Johnny riendo nerviosamente. - Pero nuestros padres tienen razón... los chicos empezaran el colegio el próximo año, en el mismo preescolar... los niños son una mierda y van a preguntar y decir cosas, es mejor que nosotros les expliquemos que serán... hermanos, a que un niñito mierda les venga a arruinar la vida y yo tenga que matarlo. -

- John Seo. - Donghyuk siseo. - No va a matar a ningún niño. -

- Mataré los necesarios si están molestando a mis hijos. - Johnny bufó. - Así que es mejor que hablemos con ellos nosotros y que les expliquemos todo... -

- Eso me asusta. - Haechan rió nerviosamente. - No sé como van a reaccionar... -

- Nadie puede saber eso, bebé. - John tomó su mano, sus dedos pasando suavemente por sus nudillos. - Pero estamos juntos en esto... -

- El equipo Lee Seo. - Donghyuk sonrió emocionado.

- Seo Lee. -

- ¿Quien dice? - el menor bufó. - Yo no he firmado nada. -

- Yo te lo pedí a ti. - Johnny rió enternecido mientras el rostro del menor se sonrojaba. - Tu tienes el anillo... eres mi prometido. -

Johnny saboreo esa palabra.
Prometido.
Maldición, le encantaba como sonaba y le encantaba más sentir el anillo en el dedo de Donghyuk.

- Eso es injusto. - el menor hizo un puchero. - Usted es malo conmigo. - Johnny rápidamente se acercó para besarlo, las mejillas de Haechan se sonrojaron. - Los niños nos verán... - susurró con una suave risa. - Después. -

- O podemos hablar con los niños después. - exclamó Johnny tomandolo de su cintura para juntar sus labios de nuevo y saborear su dulzura.

Los besos se había vuelto más profundos los últimos días, se habían estado extrañando tanto... los gemelos ya tenían cuartos designados, pero estaban siendo pintados y decorados, Yangyang les dijo que podían dormir juntos como una pijamada y ambos estuvieron de acuerdo... porque creyeron que se referían a ellos tres... no los cinco.

Así que hasta que los gemelos no tuvieran habitaciones listas, ellos estarían durmiendo juntos y lejos, porque tres pequeños los separaban incluso de darse un beso de buenas noches.

Ellos aprovechaban momentos así, pequeños ratos donde se quedaban solos y podían entregarse por completo el uno al otro.

- Te dije que se daban besitos... - murmuró Hendery.

Inmediatamente, como si sus labios quemaran, se separon y se vieron unos segundos antes de girar a ver a tres pequeños que los veían, Yangyang riendo mientras sostenía la puerta.

- Yo... - Johnny rió nervioso. - ¡Chicos! - exclamó entrando de golpe en la habitación cargando a los tres pequeños que empezaron a reír. - ¡Los extrañamos! -

- ¿Qué están haciendo? - preguntó Donghyuck aún con su rostro sonrojado.

- Estabamos viendo la serie favorita de Yangyang. - Xiaojun sonrió ampliamente.

- ¡Y no entendimos nada! - Hendery hizo un puchero. - Él dice que está en alemán... -

- ¡Pero dijo que iba a enseñarnos! - Xiaojun aplaudió emocionado. - ¿Verdad Yangyang Hyung? -

DADDY | JohnHyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora