Te conocí...

Buscando oro entre el carbón

Liberada de sus dos relaciones fallidas, sumándole el apogeo que Sofía iba tomando en su carrera, que no era un empleo de oficina, sino de carácter artístico, por ende no habían horarios ni lugares determinados, hizo que Sofia tuviese la oportunidad de conocer a varios chicos con distintos caracteres y por lo mismo a todos les encontraba un defecto, desde la estatura, uñas, piel, hasta formas de pensar, que hacían alejarse de ellos sin salir lastimada.

Posteriormente conoce a un chico, alegre, atento, carismático, con un toque de rebeldía que lo hacía atractivo y muy interesante para ella, de signo zodiacal Leo, por lo mismo era de carácter fuerte. Ella decide conocerlo, tuvieron varias citas y cada día ella se convencía que quería dar un siguiente paso con él, es decir, un noviazgo.

No tuvo temor de mostrarse ante los demás con él, sin exagerar parecía una pareja de ensueño o al menos eso así era para Sofía, le escribía cartas de amor, era romántica y detallista, siempre estaba para él cuando la necesitaba y siempre hacían actividades diferentes, lo cual generaba especulaciones sobre cómo será este día con él? Era imposible aburrirse de él.

Una historia color de rosa y en una nube hasta que notó un defecto en él: Su forma de vida; totalmente opuesta a la de ella, desde la moralidad hasta los niveles disparejos de madurez y para ponerle la guinda al pastel, resultó sabiendo que ese chico listo, atento y detallista andaba con alguien más desde hace mucho tiempo atrás, lo cual hizo que Sofía se decepcionara del amor en general, decidiendo por fin, darse un tiempo para ella misma.