Capítulo IV: Feeling

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Estaba flotando en medio de lo azul, siendo empujado hacia abajo por una fuerza invisible.

Había una presión sobre su cabeza que con el paso del tiempo lo estaba fatigando. Era el miedo de no estar preparado el que no lo dejaba moverse.

Mucha impotencia, era ver la luz a unos centímetros encima de su cabeza y que su cuerpo pesara como el infierno para mantenerse en la superficie. Sus ojos obsesivamente enfocados en un lugar, sus brazos elevándose queriendo salir del estado en el que estaba por su cuenta.

Estaba solo, por qué se sentía solo.

Sabía que ya había sido suficiente, que podía dejar de luchar, el agua se deslizó gentilmente por sus labios y narices. La sensación de ahogo era una vieja conocida, sí. La diferencia esta vez era que algo cambiaría, lo presentía, quizá era el final. Y entonces ese cálido tacto lo relajó.

Abrió sus ojos topandose con el rostro de un angel ¿Estaba ahí para salvarlo? ¿O para llevárselo?

El arrepentimiento lo llenó abruptamente. Cuántas veces se había deseado en esa situación ¿y ahora? El quería vivir. Pero justo en ese momento parecía ser tan tarde.

Rozó sus dedos en el rostro de aquel ser que poseía una imagen tan etérea y lo acercó con calma a él. Se dedicó a apreciar cada rasgo de su cara con sus tristes ojos perdiendo brillo a cada segundo.

Juntó sus labios con suavidad, una pequeña sonrisa junto con su último aliento escapó dejando salir pequeñas burbujas.

Todo se volvió negro.

Una vez en tierra firme, al lado del lago, SeokMin con desespero aplicaba los primeros auxilios a Jun. Al fin ese campamento de verano al que sus padres lo obligaban a asistir cada año le servía de algo.

Le hacía RCP y daba respiración boca a boca con los nervios hechos todo un desastre, en total pánico, ya que el chico no daba señales de vida.

-Vamos, tu puedes...- decía entre lágrimas silenciosas, con un nudo en su garganta, sin dejar de presionar el pecho del Chino.

De pronto reaccionó escupiendo todo el agua que había tragado, sus pestañas lacias y húmedas acompañados de sus ojos llorosos hicieron retumbar el corazón de SeokMin.

-Estás bien?- preguntó evidentemente preocupado, tenía que estarlo, él había sido el culpable de que ambos cayesen al agua.

-- tosió con todo su cuerpo tembloroso del frío.

Todo le daba vueltas a Jun. Confundido y asustado se apoyó en el pecho del contrario y lloró alto, con sentimiento, como hace mucho tiempo no lo hacía. El menor suspiró aliviado, por instinto abrazó al chico dándole consuelo.

-Hey! Están bien?- gritó Jungkook desde la barandilla rota donde ambos cayeron -enseguida vamos, no se muevan!

Wen se separó del azabache con los ojos algo hinchados.

-Perdón, fue mi culpa- Lee confesó avergonzado con la mirada gacha. El color carmín se hizo presente en las mejillas del mayor al darse cuenta de que besó al chico cuando se estaba ahogando.

Sí lo había besado ¿No? Quizá todo había sido una alucinación.

-No pasa nada. Gracias por salvarme- la voz de Jun le pareció a Seok tan suave como mantequilla que con tan solo esa frase supo lo cálido y amable que sería el chico.

-¿Cuál es tu nombre?- preguntó con evidente curiosidad mientras se levantaba y ofrecía su mano al otro para ayudarlo a levantarse también.

Hilo Rojo: InminenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora