Ambiguo. Capítulo único

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Sinopsis: Dicen que el primer amor nunca se olvida. Todo es tan bonito y especial, pero ¿se puede odiar y amar a alguien a la vez? Y si es posible ¿hasta qué grado? Yo, Mimi Tachikawa, no lo sabía hasta que te conocí. 

Aclaraciones: Las frases que estén entre comillas (".") es la voz de conciencia de la protagonista.

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Prólogo

Hasta el día de hoy el amor me parecía un sentimiento cursi e innecesario, al menos a lo que respecta al amor de pareja claro está. ¿Qué pasa? No me miréis así, yo sé que todos en algún momento cuando éramos pequeños han pensado que las niñas somos repulsivas o que los niños son unos plastas inútiles. Pero ese no es el tema, debería presentarme.

Me llamo Mimi Tachikawa, tengo doce años y hace poco volví a vivir a mi lugar de origen: Japón. Oh, no voy a negar que esa idea no me gustó cuando mis padres me dieron la noticia, sin embargo también estoy feliz porque toda mi familia está aquí y mis compañeros de colegio también.

Cuando me anunciaron que iba a volver a mi colegio de Japón de siempre después de años viviendo en Estados Unidos pareció que se habían abierto las puertas del cielo para mí. Recuerdo que muchos aún me recordaban y venían a saludarme tan amables y simpáticos.

No dudé ni un instante en sentarme al lado de la chica que mi prima Izumi me presentó: Miyako Inoue. Sí, hicimos migas casi al instante y podría decir que ahora no podría vivir sin ella.

Con respecto al amor en cuestión, creo que debería empezar por el principio...

Octubre 2005-Marzo 2006

Al principio cuando empezaron las clases me senté con la chica que había conocido de hace poco, Miyako, pero la profesora en un afán de molestarme—"¿Aún sigues pensando que lo hizo sólo para fastidiarte? No seas tan dura con ella mujer"—me cambió de sitio ¡y me puso a nada menos que a un chico!

Era un chico de tez pálida, rubio y con unos ojos azules penetrantes, los cuales te podías quedar horas y horas observándolos sin cansarte. Tenía el típico aspecto de persona seria e intimidante, y por lo que pude observar también parecía callado.

Reconozco que ese chico había sido uno de los pocos de los cuales no recordaba su nombre, ni me había saludado cuando llegué el primer día de clase. Recuerdo que los primeros días ni siquiera nos mirábamos.

"Tú y yo sabemos que eres tímida, pero ¿no sería genial que hablaras un poco con él? Aunque sea pedirle un lápiz o un bolígrafo".

—Hola, ¿me podrías prestar un lápiz? Me llamo Mimi Tachikawa y si no es mucho pedir dime cuál es tu nombre— al fin lo solté. "¿Ves como no era tan difícil? Siempre tengo que estar pendiente de ti".

—Me llamo Yamato Ishida, pero todos me dicen Matt, y ya sé quién eres— él me sonríe y yo suspiro aliviada.

A partir de ese momento ya empecemos a hablar más, ya me entendéis, primero con las cosas del instituto y prestarnos material escolar, y más adelante me habla un poco de él o su familia. Es extraño, pero me siento muy a gusto con Matt, es cierto que a veces puede llegar a ser algo frío e insoportable, sin embargo hemos llegado a conectar bastante bien.

Desafortunadamente las semanas pasan y llega la hora de hacer un cambio de sitio. Dios, ¿cómo he podido acostumbrarme a ese chico tan estirado? Es cierto que una vez que le conocías te das cuenta de que no es una persona tan seria y callada como aparenta, más bien es divertido y amable, algo irónico y pesado a veces pero afable.

AmbiguoWhere stories live. Discover now