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Según HoSeok, el divertido chico del clima del noticiero de la mañana, se acercaban fuertes tormentas eléctricas para los siguientes tres días. Aquel jueves amaneció con el cielo totalmente despejado pero no duró por mucho tiempo porque las nubes oscuras aparecieron opacando la iluminación y la calidez que proporcionaba el sol, transformando el día en uno totalmente gris. Al escuchar del temporal inestable que se aproximaba a la ciudad, HyunA y su hijo BaekHyun se encargaron de poner orden en el patio de la casa, asegurando las cosas que pudieran llegar a caer y romperse por las fuertes ráfagas de viento y guardaron dentro los juguetes olvidados.
Eran las cinco de la tarde cuando un pequeño niño de brillante sonrisa y adorables cachetes se presentó en la puerta de la casa Kim, llevando consigo una mochila azul y con su brazo derecho abrazaba un muñeco de peluche.
—¡ChanYeol! —exclamó HyunA y revolvió el cabello del niño al dejarlo entrar.
El mencionado le sonrió y junto sus manos delante de él. —¿Cómo se encuentra el día de hoy, señorita HyunA?
La rubia le sonrió con dulzura. El menor era el mejor amigo de su hijo y no importaba hace cuántos años lo conociera, el niño nunca la llamaría sólo por su nombre, no, él siempre agregaría algo más ya sea "señorita" o "mamá de Baek". Tenía actitudes tan tiernas que sólo quería estrecharlo en sus brazos por un buen rato.
—Muy bien, pequeño, sólo algo exhausta —contestó y sacó su teléfono móvil del bolsillo trasero de sus jeans, le hablaría a la mamá del niño para preguntarle si le daba permiso para quedarse a cenar—. ¿Y tú?
—Algo nervioso por la tormenta...
Al igual que BaekHyun pensó la rubia.
—Todo estará bien, se trata sólo de tormentas pasajeras —dijo, intentando tranquilizarlo. Volvió a despeinar los rizos del menor y señaló las escaleras—. Puedes subir si quieres, BaekHyun está ordenando su habitación.
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HyunA lo dijo, eran sólo tormentas pasajeras pero para BaekHyun, de nueve años, era como el fin del mundo o un apocalipsis zombie ¡y él tenía que estar preparado! Por eso vació su mochila escolar y guardó algunas provisiones, cosas que podrían llegar a necesitar.