Diciembre 9

199 46 21
                                    

Amo la curvatura que hacen tus labios cuando te veo de perfil, amo las ondulaciones que hace tu cabello al desparramarse contra la almohada, amo la manera en que tu pecho se expande con cada respiración. 

El color ha vuelto a tu rostro y tienes la frente llena de perlas de sudor.

Me duele aguantar las ganas de besarte, estoy en una esquina de la habitación, lo más alejado que posible, para no sucumbir ante el deseo. Llevo todos estos años reprimiendo todo lo que siento, intentando alejarme, intentando no hacerte daño. Pero tú llegas, con toda la inocencia del mundo, a balbucear mi nombre entre sueños y murmurar que me amas. Así, sin más.

Quiero acurrucarme a tu lado, acariciar tu cabello y devolverte las palabras de amor. Quiero besarte cada día de mi vida, hacerte reír y levantarte con desayuno especial, sé que te encantan los pankakes. Me gustaría que nuestros cepillos de dientes estuvieran en el mismo baño y poder llevarte un té caliente cuando haga frío. Me gustaría pasar el año nuevo a tu lado y hacerte masaje en los pies cuando llegues de bailar. Quiero pasar noches enteras hablando contigo, quiero terminar de verme las series que empezamos juntos y quiero que me hagas el amor.

Estoy siendo completamente honesto. Se siente extraño decir lo que quiero con tanta libertad.

Los medicamentos te han hecho bien, pero todavía no despiertas. Ya quiero que lo hagas, quiero que abras los ojos y preguntarte si me dejas besarte. Necesito besarte.

Jimin. Cuando digo tu nombre siento que me quedo sin aliento. No sé cómo he podido soportar tanto tiempo sin dejarme llevar por tus labios, por tu cuerpo. Deja de decir que me amas, lo haces más difícil.

¿Recuerdas la primera vez que nos besamos? Fue en verano. Era viernes. Llegamos a tu habitación, cerraste la puerta, buscaste algunos DVDs y te sentaste a mi lado para mostrarme las películas que tenías. Ambos habíamos estado callados ese día, la conversación era torpe y no tenía mucha lógica. A medida que pasaban los minutos, nuestras respiraciones se hacían más pesadas y solo podíamos ver los labios del contrario. No tardamos en comenzar a besarnos desesperadamente.

No entendía lo que estaba pasando, estaba nublado por la sensación de tus labios sobre mi boca, había anhelado tanto ese momento que no tenía control sobre mí. Crei escuchar que, entre un beso y otro, susurraste que me amabas. Sin siquiera preguntarme, acariciaste mi cuerpo, como si quisieras asegurarte que no era un sueño. Escabulliste tus dedos en mi camiseta y te quedaste pasmado al ver mi vientre lleno de moretones.

Me he quemado la cabeza intentando imaginar que era lo que estabas pensando en ese momento. Te quedaste quieto, con el ceño fruncido, y la mirada opaca. Creí que sentías asco hacia mí, creí que las palabras que me habías dicho se habían esfumado para siempre, que sabías la persona que era y me habías descubierto.

Aguanté las lágrimas, te aparté con suavidad y caminé hacia la puerta en silencio.

―Atrévete a salir de esta habitación y juro que no volveré a hablarte, Taehyung.

―Yo no te amo, Jimin.

No sé qué expresión hiciste al escuchar mis palabras. Tampoco quería averiguarlo. Solo sabía que estabas mejor sin mí. Por eso mentí, por eso huí. Por eso, Jimin, porque nunca seré suficiente.

Lo primero que hice al llegar a mi habitación fue cerrar las cortinas para no poder verte. Se quedaron así durante todos los meses siguientes. No volviste a hablarme después de ese día. Yo tampoco te busqué.

Esos golpes que viste los hicieron los amigos de mi padre, porque yo me resistía por ti, porque solo quería que fueses tú el que me tocase. Después de ese día dejé de oponerme y simplemente hacía lo que me pedían, Jimin.

Nada importaba porque no estaba contigo. Nada importaba porque nunca más ibas a volver a estar a mi lado.

Pero volviste. Rompiste esa promesa y cuando abrí los ojos, ahí estabas, fingiendo una sonrisa, ofreciéndome buscar la playa más bonita del mundo a tu lado. Y, de nuevo, fui incapaz de decirte que no.

 Y, de nuevo, fui incapaz de decirte que no

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La Playa ||MinV|| [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora