Capítulo V

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Era un día entre semana el joven Yukina salía de su trabajo bastante tarde de lo que acostumbraba, había echo horas extras y ayudado a preparar el lugar para la firma que habría al día siguiente. Estaba bastante cansado, no notó por donde caminaba y chocó contra alguien.

"Lo siento" dijo el joven sin mirar a la persona que había chocado

"¿Yukina?" Oyó esa voz familiar que no pensaba volver a escuchar

Levantando la vista vio a esa persona que lo había votado. Kisa se encontraba mirándolo mientras sostenía el brazo de un hombre alto de tez morena, cabello rubio, ojos celestes y muy hermoso de rostro, tan hermoso que opacaba en gran manera a Yukina.

"¿Shouta quién es?" Preguntó el hombre con un asentó que daba a entender que era extranjero

"Oh... no te preocupes cariño es sólo un conocido del trabajo" le dolía ver al que una vez fue su amor con ese hombre tan hermoso

Al final sólo había sido usado y desechado como un pañuelo, y probablemente ese hombre también lo sería a su debido tiempo. Sin poder aguantar la incomodidad y las ganas de llorar se fue rápidamente en una direccion desconocida; se sentó en un escalón de una tienda cerrada, como casi  nadie andaba por la calle a esas horas se echó a llorar dejando salir su frustración y dolor.

"¡¿Yukina?! ¡¿qué te sucedió, estas bien?!" oyó el joven esa voz grave y  alterada junto con pasos acelaros que retumbaban en su cabeza cada vez más cerca

Cuando llegaron a su lado sintió que lo tomaron de los hombros haciéndolo mirar hacia arriba, se encontró con esos ojos azul grisáceo y con una expresión de preocupación, al verlo su corazón dio un brinco y comenzó a latir fuertemente dentro del joven. Sin pensarlo tomó las solapas del saco del hombre frente a él plantandole un beso inocente y tierno.

"No lo estaba pero ahora sí" respondió sonriendole

Yokozawa por su parte estaba en shock, no se esperaba que el joven hiciera algo así.

"Lo quiero Yokozawa-san" dijo el joven poniéndose de pie y acorralandolo contra la pared

"¿d-de que hablas Yukina?"

"Sabe muy bien a lo que me refiero, usted me gusta"

"Yukina, soy un viejo de veintiocho años y tú..." quizo terminar pero sus labios fueron callados por un pequeño y corto beso

"No pido que me de una respuesta, sólo déjeme quererlo y ya" dijo el joven, pues no quería ser rechazado y perder el oso.

"¿cómo puedes..." otra vez fue besado pero esta vez más largo que la anterior.

El oso sabía que si volvía a decir otra palabra el joven lo volvería a besar y estaba muy cansado y débil como para quitárselo de encima. Maldijo a Kirishima interiormente por haberlo arrastrado dentro de el despacho de Yasuda y habérselo cogido sin piedad alguna.

Yukina por su parte quería comérselo ahí mismo pero sabía que la cagaria sin remedio alguno así que prefirió parar con el acoso y hacerse el herido para recibir cariño.

"Yukina no te puedo permitir algo así, eres joven y apuesto muchas chicas morirán por estar contigo. Y yo no soy más que un viejo amargado" dijo él empujando con las pocas fuerzas que tenía y tratando de no caerse sobre el chico por su horrible dolor de caderas

"Pues este joven apuesto cayó rendido a los pies de un sexy viejo amargado" dijo Yukina tomandolo de la barbilla y mirándolo a los ojos

💔Corazón Herido💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora